
WASHINGTON. AFP. La agencia espacial estadounidene NASA celebró ayer el sexto aniversario de la llegada a Marte de su robot explorador llamado Spirit .
Este aparato tenía una misión prevista inicialmente para durar solo tres meses, pero podría llegar pronto a su fin debido a una falla que lo atrapa en un pozo de la superficie marciana.
El infatigable robot, de 180 kilos de peso y seis ruedas, está atascado en la arena desde fines de abril del 2009, al oeste de la llanura de Home Plate, en el hemisferio sur del Planeta Rojo.
Los intentos de sacarlo de allí fracasaron. El último, a fines de noviembre, no solo lo enterró más, sino que dañó una rueda trasera.
Incapaz de moverse, el robot Spirit no puede quitarse el polvo que se acumula en la superficie de sus paneles solares y le impide recargar las baterías con energía solar.
Lo que significa que Spirit corre el riesgo de no tener suficiente energía como para sobrevivir al próximo invierno, admite la agencia espacial estadounidense.
El atascamiento del robot ha permitido, sin embargo, realizar un descubrimiento inesperado.
De tanto patinar en el pozo, las ruedas movieron el suelo y pusieron en evidencia huellas de sulfatos. Ese mineral se forma a partir de vapor, lo que confirma la presencia de agua en Marte en tiempos pretéritos, destacó en diciembre Ray Arvidson, de la Universidad de Washington en St. Louis, Misuri.
La misión de Spirit y de su robot gemelo Opportunity , que se posó en el otro extremo del planeta tres semanas después, no iba a durar más de 90 días, pero los científicos no previeron que el viento marciano sería suficientemente fuerte como para eliminar el polvo de sus paneles solares antes del accidente.