
El Codex Gigas, conocido como la “Biblia del Diablo”, es un manuscrito de casi 800 años que todavía causa asombro entre investigadores y lectores.
Su tamaño colosal, los textos que contiene y la enigmática figura del demonio en una de sus páginas lo han convertido en uno de los objetos más misteriosos de la Edad Media.
Este libro mide casi un metro de alto, 51 centímetros de ancho y pesa alrededor de 75 kilos. Fue elaborado sobre pergaminos hechos con el cuero de más de 160 animales. Contiene un total de 310 hojas.
Su contenido incluye el Antiguo y el Nuevo Testamento, textos históricos del escritor Flavio Josefo, obras del teólogo Isidoro de Sevilla, una historia de Bohemia, un tratado médico del siglo XII, hechizos, exorcismos y resúmenes de alfabetos antiguos.
La página más impactante del manuscrito presenta una ilustración de cuerpo completo del Diablo, con garras, cuernos y lengua bifurcada. Esta imagen aparece enfrentada a una representación de la Ciudad Celestial, lo que, según algunos investigadores, podría simbolizar el contraste entre el cielo y el infierno. Este detalle fortaleció el apodo con el que se le conoce: “Biblia del Diablo”.
Según una leyenda de origen checo, un monje condenado a morir emparedado logró salvarse al prometer que escribiría el libro más grande del mundo en una sola noche. Como la tarea resultaba imposible, habría pedido ayuda al Diablo a cambio de su alma. La ilustración demoníaca sería la prueba del pacto.
Se estima que el Codex Gigas fue creado entre 1204 y 1230, probablemente por un único escriba que vivía en reclusión. El manuscrito pasó por varios monasterios hasta que el emperador Rodolfo II, conocido por su interés en lo oculto, lo trasladó a Praga en 1594. En 1648, durante la Guerra de los Treinta Años, las tropas suecas lo saquearon y lo llevaron a Estocolmo, donde se conserva hoy bajo estrictas condiciones en la Biblioteca Nacional de Suecia.
Con el paso del tiempo, nuevos relatos sobrenaturales se sumaron a su historia. Algunos vigilantes aseguraron haber visto el libro flotar por los pasillos. También circuló la versión de que el escritor sueco August Strindberg intentó contactar al inframundo leyéndolo a la luz de fósforos.
El Codex Gigas ha resistido siglos de guerras, mudanzas y teorías. Su magnetismo no se explica solo por su contenido, sino también por el aura de misterio que lo rodea. Se mantiene como un símbolo de la atracción humana por lo prohibido y lo desconocido.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
