Mientras caminaba hacia su casa, Marina Robert, joven de la localidad de Vista de Mar, Goicoechea, descubrió, el pasado viernes, la presencia de un animal hasta entonces desconocido para ella y para el resto de vecinos de la comunidad. Se trataba de un perezoso.
"El perezoso intentaba trepar a un árbol próximo a mi vivienda, pero se subió primero a una alambrada. Aunque pareció haberse quedado atrapado allí, luego se soltó y logró finalmente alcanzar las ramas del árbol", afirmó Robert.
Este no es el único caso de un perezoso en problemas. Recientemente, en Golfito, un perezoso fue atropellado por un auto y el animal quedó en muy mal estado físico.
¿Por qué ahora es más fácil ver a un perezoso cerca de los humanos? Según el encargado de Vida Silvestre, del Sistema Nacional del Área de Conservación (SINAC), Joaquín Calvo, la continua ampliación de los espacios urbanos y agrícolas obliga a estos animales a abandonar su entorno natural; por ello, una situación como la que vivió Robert es cada vez más frecuentes.
Tal y como relataba el experto, la migración de los perezosos, obligada por el avance del hombre, tiene lugar en todo el país. Sin embargo, su situación no es tan crítica como la de los monos o los loros, ya que estos animales se enfrentan, además, al problema de la comercialización debido su atractivo como animales domésticos.
Los perezosos son animales vegetarianos que viven en los árboles. Si usted se encuentra uno de ellos no debe temer, solo sea precavido, y llame al 283-8004 del SINAC.