
Una pequeña apoplejía puede ser una clara advertencia de que en pocos días ocurra un evento importante e incluso fatal.
Dos estudios publicados en la revista Neurology , el 8 de marzo, mostraron que una cuarta parte de 2.416 pacientes a quienes se les diagnosticó una apoplejía isquémica, habían presentado días antes una pequeña apoplejía.
La apoplejía isquémica ocurre cuando se bloquea una arteria del cerebro. Es un cuadro severo, al igual que la apoplejía hemorrágica producto del estallido de una arteria (derrame cerebral).
El estudio dirigido por la Universidad de Oxford, Inglaterra, encontró que, generalmente, siete días antes del evento mayor había ocurrido un accidente isquémico transitorio (AIT).
El AIT es una pequeña apoplejía en la que una arteria se obstruye transitoriamente.
Claras sospechas. Aunque los médicos conocen, por experiencia, de la relación entre ambos hechos. El problema es que pocos toman acciones urgentes para atender al paciente ya que se desconocía la inmediatez entre un evento y otro.
El nuevo estudio demostró que pasan días, incluso horas, entre un AIT y una apoplejía isquémica.
El trabajo encontró que el 23% de los pacientes que sufrieron apoplejías isquémicas habían experimentado un AIT anteriormente (la cuarta parte de la muestra).
En el 17% de los casos, el AIT ocurrió el mismo día que la apoplejía mayor; mientras que en el 9% sucedió un día antes del evento importante.
En el 43%, el AIT se presentó en algún momento de los 7 días anteriores a la apoplejía severa.
Los investigadores recomiendan que los tratamientos se inicien horas después de un AIT.