La comunidad de Valencia (España) inauguró el sábado el Palau de les Arts , un centro cultural de grandes dimensiones que ya fue añadido a la lista de las maravillas del mundo moderno por su imponente presencia paisajística y su propuesta arquitectónica.
Con una superficie aproximada de 40.000 metros cuadrados, 71 metros de altura y 165 de longitud, el Palau de les Arts Reina Sofia destaca por su magnitud monumental, sus formas ondulantes, el empleo de 30.000 mil kilogramos de acero y de 77.000 metros cúbicos de hormigón.
Sobresale también por el revestimiento cerámico de trencadís , una especie de vidrio que se utiliza para la elaboración de mosaicos y que a la luz produce efectos "alucinantes".
Su autor, el reconocido arquitecto valenciano Santiago Calatrava, asegura que, ante todo, el Palacio de las Artes es un edificio acogedor, que se abre y se cierra al cielo y que abraza a las personas como una sinfonía, tal y como lo hace también su obra la Ópera de Sydney, Australia.
La crítica internacional coincide con el creador al halagar sus logros y le añade a la edificación la misión de convertirse en "el Coliseo del Siglo XXI".
"El Reina Sofía responde a una apuesta ambiciosa que pretende ser un referente de la cultura internacional. Se trata de una de las más grandes infraestructuras del mundo dedicadas a las artes escénicas: una infraestructura de aspecto a la vez sólido y vanguardista", afirmó Francisco Camps, de la Generalitat Valenciana.
"Calatrava ha impuesto tonelada a tonelada su mundo formal y monumental, y se recrea en sí mismo en múltiples escalas y disciplinas: la ingeniería, la arquitectura y ahora en la plástica", dijo el arquitecto Antón García Abril.
"Sin duda, este palacio se presenta al mundo como una nueva frontera superada con éxito por la arquitectura, y será un icono de las salas de lírica del mundo", agregó.
Cuerpo privilegiado. El Palau está integrado por cuatro salas con capacidad para 4.000 espectadores.
Hasta ahora solo ha sido inaugurada la sala principal, destinada a ópera, que cuenta con un aforo para 1.750 espectadores, con butacas dotadas de pantallas de texto que facilitan el seguimiento de las óperas en varios idiomas.
En esta sala, el escenario es de 17 metros de ancho y la acústica es excelente, dijo Lorin Maazel, director musical del Palau y de la orquesta oficial del centro cultural.
El elemento estructural más espectacular del Palacio es una especie de pluma de 230 metros de longitud y más de 70 metros de altura que "flota" sobre el cuerpo principal. Además, impresionan dos piezas que abrazan el edificio, construidas con acero laminado y con un peso de 3.000 toneladas.
"La cubierta luce una rigurosidad estructural y geométrica, pero a la vez procura mostrar una gran intención plástica y estética para hacer trascender el carácter artístico de las actividades del interior hacia el exterior", señaló el arquitecto.
El proyecto no acaba allí: se cobija con un entorno verde de unos 87.000 metros cuadrados y más de 11.000 metros cuadrados de canales de agua donde se refleja la belleza del edificio.