
Una osa polar salvaje adoptó una cría huérfana en el norte de Canadá. El hecho ocurrió durante la migración anual de osos polares en el oeste de la bahía de Hudson. Investigadores documentaron la escena por tratarse de un comportamiento inusual en esta especie.
El registro mostró a la hembra acompañada por dos crías, aunque semanas antes se desplazaba solo con una. La adopción de crías entre osos polares se considera poco frecuente según los datos científicos disponibles.
Especialistas del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá señalaron que, en una población estudiada durante 45 años, se documentaron 13 casos similares. Este antecedente confirmó el carácter excepcional del comportamiento observado.
Las imágenes se captaron en Churchill, en la provincia de Manitoba, reconocida a nivel mundial como la capital del oso polar. Durante la primavera, los investigadores localizaron a la osa al salir de su guarida de maternidad acompañada por una sola cría. En ese momento, el animal recibió una etiqueta en la oreja, un procedimiento habitual para el monitoreo de la especie.
Semanas después, el equipo volvió a encontrar a la misma osa. En esta ocasión, se desplazaba con una segunda cría que no tenía marca de identificación, lo que indicó que no era su descendiente biológica.
El análisis posterior de los datos permitió determinar que la hembra adoptó a un segundo osezno durante el trayecto migratorio. El cachorro incorporado al grupo no contaba con registros previos dentro del programa de seguimiento.
Los videos captados por los investigadores muestran a las crías explorando la tundra cubierta de nieve, mientras la madre permanecía atenta a corta distancia. En una de las escenas, uno de los oseznos corre para reunirse con el grupo.
Según los especialistas, las crías tenían entre 10 y 11 meses de edad. Ambas permanecerán con la madre hasta alcanzar aproximadamente 2 años y 6 meses, una etapa clave para su supervivencia en el Ártico.
Hasta ahora, no existía información sobre el destino de la madre biológica de la cría adoptada. No obstante, los investigadores señalaron que la adopción podría resultar determinante para el futuro del animal.
Los científicos también explicaron que las osas polares poseen un fuerte instinto maternal. Este comportamiento les permite responder al llamado de una cría sola en la tundra y brindarle cuidado, incluso cuando no forma parte de su descendencia directa.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
