Las personas que han perdido un ojo por alguna enfermedad o un accidente tienen la posibilidad de recuperar la estética de su mirada gracias a un nuevo sistema de implantes denominado "técnica de vástago de movimiento".
Este sistema combina un implante biointegrable con una prótesis mediante un "vástago" y da una movilidad de hasta el 95% en relación con el ojo natural.
Los implantes biodegradables son los que permiten que se les una el músculo del ojo.
De esta manera, cuando el músculo mueve el ojo el "vástago" transmite este movimiento a la prótesis, la parte externa que el resto de las personas ven.
El oftalmólogo Sergio Hernández Carmona es una de las personas capacitadas para realizar esta intervención.
Según explicó, este tipo de prótesis tiene diversas ventajas: permite una personalización del color del ojo, disminuye el porcentaje de rechazos y da una movilidad mucho más natural a la prótesis.
Hernández agregó que Costa Rica es el primer país de Latinoamérica donde se aplica esta técnica oftalmológica.
Actualmente también se desarrolla en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia e Italia.
Probado. El tratamiento ya se ha probado con éxito en 15 personas desde mayo del 2005.
Ellas habían perdido el ojo o lo tenían estéticamente deteriorado.
La primera persona en someterse a este tratamiento estético fue Rodrigo Villalobos, de 38 años.
Hernández lo operó el 10 de mayo del 2005 y tiene cerca de un año de utilizar la nueva prótesis.
"Antes no me sentía del todo bien. Con esta prótesis aumenta el autoestima, cuando uno se ve al espejo ve a otra persona, se siente diferente", expresó el paciente.
Villalobos dijo que las molestias son similares a las sufridas con una cirugía pequeña, que se recuperó rápidamente y que desde entonces no ha tenido ningún problema.
Además, Hernández dijo que logró disminuir el tiempo necesario para completar el tratamiento.
Mientras en los otros países donde se ofrece es necesario realizar dos operaciones en un lapso de unos seis meses, este oftalmólogo cumple con lo necesario en una sola intervención y todo está listo en seis semanas.
El procedimiento es más caro que los tradicionales, aunque ninguno garantiza el tipo de movilidad del implante de "vástago".
El costo del tratamiento completo ronda los $4.000, mientras que un simple "ojo de vidrio" ronda los $50 (unos ¢26.000).