
Aunque aún no tiene el dinero para recorrer todo el camino, la NASA dio ayer un paso firme en sus intenciones de regresar a la Luna.
El prototipo del cohete que ayudará a los astronautas a alcanzar ese destino despegó con éxito a las 9:30 a. m. desde Cabo Cañaveral y se elevó a más de 45 kilómetros .
El Ares I-X es el segundo cohete más grande que ha construido la agencia espacial estadounidense, de casi 100 metros de altura y solo superado por el Saturno V , que ayudó a llevar al hombre a la Luna hace cuatro décadas.
“Este ha sido un paso enorme hacia las metas de exploración de la NASA. La prueba del Ares I-X (la “x” quiere decir que es un prototipo experimental) proporciona a la NASA una gran cantidad de datos que se usarán para mejorar el diseño y la seguridad de la próxima generación de vehículos espaciales estadounidenses, vehículos que puedan llevar, otra vez, a los humanos más allá de órbitas bajas de la Tierra”, dijo mediante un comunicado de prensa el director de sistemas de la misión, Dough Cooke.
Cuando estén completamente diseñados y probados, los Ares I pondrán en órbita las cápsulas Orión para que orbiten la Tierra y hagan visitas a la Estación Espacial Internacional .
Pero, sobre todo, los cohetes Ares I forman parte del proyecto Constelación , con el cual la NASA planea llevar seres humanos a la Luna en el 2020.
La prueba costó $445 millones. Cerca de 700 sensores por todo el cohete recolectaron información que será analizada durante los próximos meses. Además, se tuvo una una primera idea sobre la estabilidad y seguridad de la nueva plataforma de lanzamiento.