
El horno de microondas puede esterilizar limpiones, esponjas y otros utensilios de cocina en que a menudo se instalan microorganismos patógenos.
Así lo revela un estudio realizado por la Universidad de Florida que se publicó en la revista científica Journal of Enviromental Health.
“En nuestra investigación hallamos que dos minutos de microondas a máxima potencia elimina el 99% de los microorganismos que se adhieren a cepillos con los que se friega la vajilla”, afirmó Gabriel Bitton, ingeniero ambiental que lideró el estudio.
Bitton advirtió que el lavado frecuente de esos útiles en la cocina no basta para destruir las bacterias, virus o parásitos.
Contra enfermedades. Estudios anteriores mostraron que las esponjas son un importante medio de transmisión de patógenos, debido a que la humedad que se mantiene en estos utensilios de limpieza ayuda a la sobrevivencia de los microorganismos.
Salmonelosis y Hepatitis A son algunas de las enfermedades que se transmiten por vía alimentaria.
Pruebas científicas. Los científicos contaminaron esponjas con bacterias fecales, virus, parásitos protozoarios y esporas y después las introdujeron en un horno de microondas, para hacer numerosos ensayos con variación de tiempo y potencia.
Así determinaron la carga microbiana del agua para cada prueba, comparando los valores hallados con el de las esponjas de control que no se introdujeron en el microondas.
Con solo dos minutos quedaron inactivos el 99% de los patógenos. Solo algunas esporas de bacilo necesitaron más tiempo para ser eliminadas.
El científico Bitton explicó que es el calor lo que elimina los microorganismos, más que la microrradiación.
Los expertos hallaron que con 12 minutos en el microondas se puede esterilizar jeringas.
También lo consideran un medio eficaz para eliminar sustancias utilizadas en el bioterrorismo, como el ántrax.