¿Alguna vez ha caminado por calles o parques y se ha preguntado a cuál de las 2.300 especies de árboles del país pertenece ese ejemplar que está viendo? ¿Sabe con exactitud el nombre de las flores que se topa a su paso?
Para responder a dudas como estas, la municipalidad de Curridabat puso a disposición de sus habitantes un sistema de educación ambiental interactivo a través de códigos de respuesta rápida (QR, por sus siglas en inglés) y un catálogo de las llamadas plantas dulces (la que tienen néctar y polen), entre otras iniciativas.
A la fecha se han colocado placas con estos códigos QR en 150 plantas de 60 especies en aceras y seis parques del cantón, para que las personas puedan escanear los códigos con su teléfono y recibir información.
La vegetación rotulada puede encontrarse en los parques de El Prado, el Recuerdo, el central, en el camino entre el parque de Las Banderas y el de Las Piedras y en la vía de Barrio San José.
La meta de la municipalidad este año es incorporar en el programa a 450 plantas y para el 2022 haber cubierto el 50% de los parques habilitados del cantón con los códigos QR.
LEA MÁS: 14 toneladas de desechos acumulados durante décadas fueron retiradas de la Isla del Coco
En cuanto a la guía de plantas dulces, esta consiste en un catálogo de plantas nativas sugeridas para iniciar la restauración del paisaje urbano con el fin de restablecer la forma en que las especies se benefician de los ecosistemas y amortiguar los efectos climáticos.
La guía muestra el nombre común de más de 100 plantas, su nombre científico, la familia, una descripción del espécimen y fotos del mismo.
De igual manera, se incluyen una serie de íconos que describen el uso de estas plantas como los parámetros climáticos (notifican la cantidad de luz y agua que requiere la planta), para qué se puede utilizar la especie, los polinizadores, el modo de dispersión de la semilla, el método de reproducción y los usos que se le pueden dar a las mismas en el contexto urbano.
LEA MÁS: Tecnología le permite descubrir ‘la última frontera salvaje de Costa Rica’
Finalmente, se presentó un protocolo a seguir para la construcción de “aceras dulces” en las que se sustituye el zacate por especies rastreras de flores, arbustos y árboles, con tal de favorecer a los polinizadores.
Estos espacios funcionarían como una red de corredores de polinización que embellecen la ciudad, aumentan la biodiversidad y disminuyen los tiempos de mantenimiento, riego y corta de las zonas verdes.
Según explicó Édgar Mora, ministro de Educación, el proyecto nació hace más de cuatro años durante su periodo de gestión como alcalde de Curridabat. Irene García, impulsora de la iniciativa, se acercó a él para presentarle “Hola Mariola”, un programa que buscaba atraer a la abeja Mariola (nativa de la zona) a los parques del cantón.
LEA MÁS: Reducción de abejas preocupa a apicultores de Costa Rica
“El objetivo es eliminar el antagonismo que existe entre la ciudad y la naturaleza. En la municipalidad trabajamos para convertir el cantón en un espacio de conservación de la biodiversidad, donde devolvemos a los polinizadores el lugar que les corresponde en la ciudad y las condiciones óptimas para que realicen su labor” explicó García, ahora gerente de despacho de la alcaldía de Curridabat.
La guía de plantas dulces y el protocolo de aceras está disponible en el sitio web de la Municipalidad de Curridabat.