A primera vista, las fragatas portuguesas (Physalia physalis) pueden ser llamativas e incluso hermosas de observar, pero lo mejor es mantener una distancia prudencial y nunca, bajo ninguna circunstancia, tocar a alguno de estos organismos.
La apariencia es engañosa cuando se trata de estos especímenes, que si bien dan la impresión de ser un solo animal, en realidad se trata de una colonia de varios individuos que viven juntos flotando en el mar, con cada integrante cumpliendo una función biológica específica.
Los fuertes vientos de los últimos días y el oleaje, han provocado que algunos de estos animales (llamados también falsas medusas) lleguen hasta las costas del Caribe, lo que motivó un llamado de advertencia por parte del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Lo anterior, porque estos especímenes cuentan con unos tentáculos que almacenan toxinas que se utilizan como mecanismo de defensa y también con el fin de atrapar a las presas.
El contacto directo de estas sustancias con la piel humana y de otros animales, podría causar irritación, quemaduras y fuertes dolores en la zona afectada, aunque en otros casos también puede llevar a la muerte.
“En la zona de Cocles (en Limón), parece que han habido algunos especímenes que han aparecido en la playa”, dijo a La Nación Jeffrey Sibaja Cordero, investigador del Cimar.
Pero este centro de estudio no es el único que ha recibido reportes, el doctor Yayo Vicente, de la Dirección de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud, confirmó a este diario que el domingo recibieron imágenes de estos organismos en las playas de Cahuita.
“Nos preocupó mucho, primero porque no sabíamos de su presencia (de las fragatas portuguesas) en el país. Este tipo de ‘aguamala' es más frecuente en el Pacífico, en aguas cálidas y no sabíamos que estaban presentes en el Caribe”, dijo Vicente.
Hasta el momento, el Ministerio de Salud no tiene registro de alguna persona que se haya visto afectada por entrar en contacto con alguno de estos complejos organismos.
¿Cómo llegaron a las playas caribeñas?
De acuerdo con Sibaja, las fragatas portuguesas se encuentran normalmente en aguas oceánicas, por lo que no es extraño verlas en el Pacífico, pero también tendrían presencia en el Caribe.
“Lo que pasa es que por los vientos y el oleaje, son llevadas hasta la costa y hasta la playa”, indicó el experto.
“Es ahí donde se da esa situación (presencia en playas), ya que pueden quedar en aguas muy someras, donde la gente se está bañando o en la arena de la playa, eso es lo que estaría ocurriendo ahorita, según los reportes que han enviado las personas”, añadió.
Sibaja aseguró que esta cercanía con la costa no es algo raro, sino que ocurre de vez en cuando.
Animales complejos
Las fragatas portuguesas no son submarinas, más bien están flotando.
Siempre hay una parte que permanece sobre la superficie marina, un individuo que se infla con gas y que se llama neumatóforo. Mientras que bajo el agua permanecen otros organismos pegados y que forman tentáculos, algunos especializados en alimentación (gastrozoides), otros en reproducción (gonozoides) y otros en defensa o captura (dactilozoides).
Las colonias pueden llegar a ser de unos 15, 20 o hasta más animales, según el investigador del Cimar. Todos están comunicados y su cavidad digestiva está conectada; lo que ingieren lo comparten con el resto.
Sibaja aseguró que en el Pacífico es muy común observar algunos de estos organismos que pueden tener unos 10 centímetros en la parte del flotador o cinco centímetros, pero algunas del Caribe pueden llegar a ser más grandes, de unos 15 centímetros.