Isla del Coco: Un paseo en imágenes por el parque nacional más lejano de Costa Rica
Desconocida para la mayoría de los costarricenses, la isla más lejana y legendaria de nuestro país es una continua inspiración para cualquier fotógrafo, sea profesional o amateur. Le compartimos una selección de las muchas imágenes que un equipo de ‘La Nación’ captó durante una semana
Todas las fotografías que ilustran este trabajo fueron tomadas con teléfonos Huawei P60 Pro y Huawei Mate50 Pro.
Cuando nos hablan de la Isla del Coco, es probable que lo primero que se nos venga a la mente sea la imagen de un tiburón martillo... y eso está bien. Este particular pez es el animal que en nuestro imaginario país siempre se relaciona con el más lejano y aislado territorio costarricense, dada su abundancia en las aguas del parque nacional.
Y justo por eso, hoy procuraremos ayudarle a ampliar su banco de imágenes sobre un paraíso que la mayoría de los costarricenses no logrará visitar por razones de logística y costos. Sin embargo, en el marco de los 45 años de la creación del Parque Nacional Isla del Coco, se hace más necesario de que Costa Rica entienda la importancia de proteger un sitio del que aún no conocemos lo suficiente
Durante una reciente visita realizada por un equipo de ‘Revista Dominical’ a la isla, gracias a las facilidades y colaboración brindada por los funcionarios del Área de Conservación Marina Coco (ACMC) del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), nuestra producción fotográfica fue frenética y feliz, pues casi que cualquier lugar en el que usted posa la vista es digno de una foto para enmarcar.
Conocidas como palomitas del Espíritu Santo (Gygis alba), estas aves son comunes en el bosque nuboso de la Isla del Coco. (Víctor Fernández G.) En la Isla del Coco está el Cerro Yglesias, montaña que alberga el bosque nuboso más bajo de todo el mundo (inicia a los 400 msnm). (Víctor Fernández G.) Las múltiples caídas de agua dulce que llegan al mar hicieron de la Isla del Coco un sitio histórico para la provisión para barcos balleneros y piratas. (Víctor Fernández G.) Maynor Zúñiga es uno de los guardaparques asignados a cuidar la Isla del Coco. Antes de eso, trabajó durante 20 años en Tortuguero. (Víctor Fernández G.) En la isla hay un vivero en el que los funcionarios cultivan alimentos que incorporan en la cocina. (Víctor Fernández G.) El fotoperiodista John Durán acumula ya dos visitas a la Isla del Coco. (Víctor Fernández G.) Vista de la Bahía Wafer, el principal punto de acceso a la Isla del Coco. (Víctor Fernández G.) En la isla se brinda alimentación a funcionarios y voluntarios. La comida tiene una alta carga de proteínas y carbohidratos, dada la alta actividad física que demandan las labores. (Víctor Fernández G.) Las fragatas se cuentan entre las aves marinas más comunes en la Isla del Coco. (Víctor Fernández G.) En la isla hay un sistema de cuevas hechas por el explorador alemán Augusto Gissler, en su afán de encontrar el supuesto tesoro. (Víctor Fernández G.) Múltiples islotes rocosos sobresalen de las aguas que rodean a la isla. (Víctor Fernández G.) Al alejarse los barcos con rumbo a Puntarenas es posible apreciar la isla en toda su imponencia. (Víctor Fernández G.) Gustavo Ugalde es profesor de artes plásticas en el Liceo de Poás, Alajuela. Él y su esposa Silvia vivieron un mes en la isla, como parte del programa de voluntariado. (Víctor Fernández G.) La catarata del río Genio es uno de los puntos favoritos por los visitantes de la isla. En su poza se puede nadar. (Víctor Fernández G.) Katherine Quirós es guardaparques y administradora del parque nacional. Ella y sus compañeros acostumbran hacer patrullajes alrededor de la isla, especialmente para control de pesca ilegal. (Víctor Fernández G.) Cualquier amante de la observación de estrellas se da gusto en la Isla del Coco, donde la ausencia de luz artificial facilita apreciar las constelaciones. (Víctor Fernández G.) Una imagen de la Virgen del Carmen resguarda el área habitacional de la isla. Foto: John Durán. El ascenso al Cerro Yglesias ofrece vistas que quitan el aliento, en medio del bosque nuboso. Aquí vemos al bombero paramédico Erick Moreno. Foto: John Durán. Varias especies de cangrejos son parte de la fauna del parque nacional. Foto: John Durán. En estas cabañas viven los guardaparques durante sus turnos en la isla, los cuales se extienden hasta por 30 días. Foto: John Durán. El puente de boyas sobre el río Genio está hecho con materiales decomisados a pescadores ilegales. Foto: John Durán. El ascenso al Cerro Yglesias es una prueba de resistencia física. Es un trayecto de 7 kilómetros desde la playa hasta la cumbre. Foto: John Durán. Los guardaparques cuentan con varias lanchas para sus labores en las aguas del parque nacional. Foto: John Durán. Vista del camino que conduce desde Bahía Wafer al área habitacional de la isla. Foto: John Durán. Vista de una noche con Luna desde la Bahía Wafer. Foto: John Durán. Todos los sábados, guardaparques y voluntarios deben fajarse a limpiar el embalse de la represa que alimenta de electricidad las instalaciones. Foto: John Durán. Birgit Vleugels es la funcionaria de la Embajada de la Unión Europea encargada de temas de cooperación. En sus funciones ha visitado muchos parques nacionales del país, conversando con los guardaparques sobre necesidades y oportunidades. En la Isla del Coco acompañó a los funcionarios en una inmersión de buceo. Foto: John Durán. Flor Trejos es una de las funcionarias encargadas de la cocina en la Isla del Coco. En promedio, alimentan por día a unas 25 personas. Foto: John Durán. Vista desde la cima del Cerro Yglesias, a 600 msnm. Es el cerro más alto del territorio insular costarricense. Foto: John Durán.
Jefe de información de Entretenimiento. Ingresó al Grupo Nación como periodista de espectáculos al diario Al Día en 1999 y luego pasó a La Nación y al periódico juvenil Vuelta en U, del cual fue su director. Graduado de la Universidad de Costa Rica.
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