Entre el 60% y el 90% de la ciudad de Puntarenas y sus alrededores estarán bajo las aguas cuando llegue el año 2100 como consecuencia del calentamiento global que sufre todo el planeta.
Según informes y observaciones del Instituto Meteorológico Nacional (IMN) y el Instituto Internacional del Océano (IOI, organización mundial que tiene una sede en la Universidad Nacional), en este siglo el nivel de los océanos podría aumentar, progresivamente, hasta alcanzar un metro más que el nivel actual.
El calentamiento que afecta al planeta está derritiendo el hielo de los polos y las montañas, con lo cual expande los oceános.
Con una elevación de un metro, “el agua en pleamar penetraría en promedio 500 metros desde las orillas e inundaría unas 300 hectáreas que actualmente están secas, lo que constituye un 90% del sector residencial”, dice un informe del IMN.
En el escenario más optimista el ascenso de las aguas sería de 30 centímetros. Eso afectaría 105 hectáreas y dejaría bajo el mar el 60% del sector residencial actual de este puerto.
El consenso mundial, publicado en el último Informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, siglas en inglés), dice que el nivel del océano subirá al menos en 28 centímetros durante los próximos 90 años.
Si el calentamiento se acelera, el nivel del mar también aumentará más rápidamente.
“Precisamente, lo que estamos viendo en el 2007 con respecto del 2000 es que el proceso de calentamiento va mucho más rápido de lo que se esperaba”, señaló Roberto Villalobos, del IMN.
Además, con fotos satelitales, ahora se está analizando con mayor precisión el deshielo en montañas de América del Sur y los Himalayas, lo cual también contribuye al aumento del nivel del mar.
Otros en riesgo. El aumento del nivel del mar también pone en riesgo lugares como Quepos y Golfito y las islas más planas del Pacífico.
El oceanógrafo Alejandro Gutiérrez, director del IOI en Costa Rica, explicó que los mayores problemas se presentarán en los lugares que son muy planos y tienen poca altura respecto del nivel del mar.
“En las llanuras de Parrita, por ejemplo, si el nivel del mar sube, este va a penetrar mucho en el territorio y dañará cultivos y áreas residenciales”, señaló.
Solamente en el sector de Puntarenas, Pitahaya, Chomes, Chacarita y Tárcoles, habitan cerca de 60.000 personas.
El valor de la infraestructura y terrenos en el año 2000 fue calculado en casi $580 millones. Ese número representa alrededor del 3% del producto interno bruto del país para el año pasado.
Pero el valor en la actualidad sería mayor si se considera la inversión turística que ha recibido toda la costa Pacífica en los últimos años, aunque no ha sido calculada.
Según explicó Zeidy Ruiz, encargada del Programa Nacional de Cambio Climático, en setiembre habrá una reunión con los alcaldes de las zonas costeras para tratar temas de ordenamiento territorial.
Sin embargo, confirmó que a los empresarios turísticos no se les está explicando hasta el momento las implicaciones que en el mediano y largo plazo podrían tener sus inversiones cerca de las costas.
“No creemos que sea tan necesario trabajar con ellos. Nos parece que es mejor enfocarnos en las municipalidades, que son quienes dan los permisos”, comentó Ruiz.
La funcionaria señaló que las acciones gubernamentales se centran actualmente en la “construcción de estrategias” más que en la implementación de acciones concretas. Por eso, aún no se están tomando las acciones necesarias para paliar el impacto social que tendrá la pérdida de viviendas y comercios en estas zonas costeras.
El IMN concluye en que esta situación también provocará “grandes conflictos por la tenencia de la tierra en la franja próxima a las playas y ecosistemas costeros, lo que conduciría a un desarrollo no sostenible de la región”.