
Un estudio científico reveló que la población de pingüinos africanos sufrió una caída cercana al 60% entre 2001 y 2009 debido a la falta de alimento, asociada principalmente a la disminución de sardinas en su hábitat. La investigación estimó que 62.000 individuos en edad reproductiva murieron por inanición durante ese periodo.
La especie, cuyo nombre científico es Spheniscus demersus, ingresó en 2024 a la lista de animales en peligro crítico de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
El estudio se publicó en abril en la revista científica Ostrich (Journal of African Ornithology). El análisis se centró en las colonias de pingüinos de las islas Dassen y Robben, ubicadas en Sudáfrica. El descenso poblacional coincidió con el aumento en la captura de sardinas de la especie Sardinops sagax en la región.
Los datos mostraron que entre 2005 y 2023, el stock de sardina sudafricano estuvo por debajo del promedio histórico en 15 de 18 años, lo que representó un 83% del periodo analizado. El año 2021 no se incluyó por ausencia de estudios en la zona. La biomasa promedio histórica fue de 830.000 toneladas, pero en 12 años, equivalentes al 66%, la cifra cayó por debajo de 500.000 toneladas.
La investigación señaló que la reducción de presas disponibles para los pingüinos africanos se relacionó con la presión pesquera y con factores naturales que desplazaron a los peces hacia otras áreas.
Para el análisis, los científicos utilizaron registros sobre el número de parejas en edad reproductiva y la cantidad de pingüinos durante el periodo de muda de plumas. Estos datos los mantuvo el Departamento de Silvicultura, Pesca y Medio Ambiente de Sudáfrica.
El artículo destacó que la cantidad de pingüinos muertos por falta de alimento entre 2004 y 2011 triplicó la población total actual de la especie.
La muda anual de plumas representó una etapa crítica. En las islas Dassen y Robben, este proceso ocurrió entre noviembre y enero, generalmente después del periodo reproductivo. Durante aproximadamente 21 días, los pingüinos permanecieron en la costa y perdieron cerca del 47% de su masa corporal.
La pérdida muscular redujo la velocidad de nado y la capacidad de caza. Los ejemplares que no lograron recuperar energía ni peso después de la muda murieron.
El profesor de Biología Marina de la Universidad Federal Fluminense, Cassiano Monteiro Neto, indicó que la muerte de pingüinos en edad reproductiva agravó el colapso poblacional. Explicó que, en especies con pocos descendientes y alto cuidado parental, la recuperación demográfica requirió largos periodos, incluso cuando cesaron las causas de mortalidad.
Monteiro consideró que el estudio aportó evidencia relevante sobre pérdidas significativas en una especie clave. Señaló que estos datos debían tomarse en cuenta al definir políticas públicas de pesca y en la creación de áreas marinas protegidas.
El investigador estableció un paralelo con los pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus), que migraron desde la Patagonia argentina hacia la costa brasileña durante el invierno. En playas de la región aparecieron carcasas de esta especie.
Según el especialista, ambas especies murieron por inanición. La relación entre la mortalidad de los pingüinos de Magallanes y la falta de alimento se analizó en una tesis de maestría orientada por Monteiro y elaborada por Marta Jordão Canella.
A diferencia del caso africano, los pingüinos de Magallanes se alimentaron principalmente de anchoíta, un pez sin alto interés pesquero. En este caso, la escasez se vinculó con fenómenos climáticos, como El Niño, que incrementó las tormentas y dificultó la captura de presas.
Monteiro advirtió que el monitoreo oceanográfico en Brasil resultó limitado. Esta situación generó carencia de bases de datos sistemáticas sobre pingüinos. El académico explicó que la falta de información ambiental impidió establecer relaciones claras de causa y efecto.
También indicó que gran parte de los datos ambientales provinieron de proyectos temporales, y no de sistemas permanentes del Estado. Esta situación dificultó el diseño de estrategias de conservación sostenidas y fundamentadas.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
