
E xtra es una preposición latina ( fuera de, además de ) ampliamente usada en nuestro idioma como prefijo o elemento compositivo. Se antepone normalmente a sustantivos ( extrasístole, extrarradio ), adjetivos ( extraordinario, extrauterino, extraoficial ) y verbos ( extralimitar, extraviar ). Normalmente significa fuera de , aunque a veces tiene una connotación superlativa: extraplano ( sumamente plano ).
Como ocurre con otros muchos prefijos de origen latino, no todas las posibles formaciones con extra se recogen en el léxico oficial, aun cuando su uso se considere correcto. Alguna tan popular como extraterrestre apareció apenas en la edición 21.ª (1992) del DRAE . Otras de uso común ( extrasensorial, extraparlamentario ...) se registraron en la última edición, 22.ª (2001).
El reciente Diccionario panhispánico de dudas (DPD ), de las Academias (2005), aclara cualquier punto oscuro sobre el buen uso de este término.
«extra . 1. Como adjetivo significa extraordinario , en un doble sentido: superior , referido a calidad o a tamaño, y adicional . Es invariable en plural cuando significa superior , tanto en calidad ( Yo solo uso aceites extra ) como en tamaño ( Los huevos extra son los más caros ). Cuando significa adicional ... se prefiere hoy el plural en -s : Esto de hacer horas extras mata (Daneri, Matar [Arg. 1981]); Muchas personas luchan arduamente contra los kilos extras... (Tiempo [Col.] 7.1.88).
2. Como sustantivo , el plura l es siempre extras y el género varía según distintas acepciones:
a) Persona que aparece en una película y se limita a figurar, sin hablar. Es común en cuanto al género: un/una extra .
b) Paga extraordinaria que reciben los trabajadores. Es femenino: la extra .
c) Cosa extraordinaria, fuera de lo ordinario o habitual. Se emplea normalmente en plural y, en el uso general, es masculino: Si se suman varios extras al sueldo base, los ingresos pueden ascender... (Mundo [Esp.] 7.6.94); pero en algunos países americanos se usa en femenino: Unos pesillos nada más, don Manuel, para las extras . Lo de siempre: propinas, untar la mano a uno que otro (Rovinski, Herencia [ C. Rica 1993])».
¡Un ejemplo tomado de nuestra literatura, en el DPD !