Madrid. Joaquín Sabina siempre pensó que la noticia de los atentados del 11 de marzo del 2004 en Madrid, que dejaron 191 muertos y 1.900 heridos, se podía decir de una forma más simple... como hacían los poetas como Quevedo en el siglo XVII.
Y empezó... Santa Eugenia es un tren de cercanías / que descarrila entre las dos Españas, / sangre en El Pozo, luto en las legañas / de la Virgen de Atocha, madre mía .
Y terminó... Móvil afónico, cristales rotos, / luego llegó la gente con sus votos / a tomar por asalto el tren de marzo .
Así abre y cierra Sabina Idus de marzo , una de las 57 piezas de Esta boca es mía , el libro con que el cantautor español pretende seguir cantando al estilo de Quevedo, mientras la voz se le va en tinta y tabaco.
La colección de los versos que Sabina ha escrito semanalmente para la revista Interviú fueron presentados el jueves pasado por el propio autor de ojos lacrimosos, brazos enjutos y palabras provocadoras, frente a decenas de fanáticos que trataban de no perderse entre tanto verso noticioso.
Que si Zapatero, que los obispos, que el famoso torero, los cristos o el rey con nueva nuera. Que si el clero, que Camila Parker, los reportajes caseros o las ONG de ricos sin fronteras.
Todo cabe en unos versos tan cotidianos que se hacen casi imposibles de comprender sin los periódicos y las revistas del corazón en la mano.
Pero tampoco es imprescindible comprenderlos, dijo Sabina cuando le tocó explicar su interés por rescatar la poesía satírica como otro género periodístico.
"Quise contar la realidad; quise poner vino nuevo en odres viejos, los de la poesía satírica", explicó a La Nación .
Con buena acogida. Aunque Esta boca es mía apenas ha salido a la calle, la editorial Ediciones B anunció que preparaba ya su tercera edición, 16 días después de haber sido lanzado.
Se trata de una producción ilustrada por el argentino Gustavo Otero con un ingenio y un apuro comparable al de Sabina.
"Muchos de los versos los escribo en artículo mortis; es decir, cuando el pobre Otero, el magnífico dibujante Otero, no sabe de qué carajo va a pintar porque yo todavía no sé de qué carajo voy a escribir", contó Sabina.
El poeta Ángel Antonio Herrera, que prologó el libro, subrayó que "Sabina se sienta a escribir enteradísimo de lo que pasa, y hasta de lo que no pasa, y estamos en seguido ante un libro que enrama con la mejor literatura porque el autor cambia mucho de tema, pero no de estilo, que en él es un vivo cruce de alegrías cultitas, canalleo adjetival, sintaxis clásica y algún taco temerario por dar o quitar color".
Aunque el libro podría llegar en estas semanas a Costa Rica, lo más seguro es que llegue acompañado por el disco Números rojos , que Sabina sacará probablemente en setiembre de este año y del que ya tiene las canciones terminadas y grabadas.