
Un brote de gripe aviaria H5N1, detectado en setiembre de 2023 en la isla subantártica de Georgia del Sur, provocó un declive sin precedentes en la mayor población mundial de elefantes marinos del sur.
Científicos del British Antarctic Survey documentaron una disminución del 47% en el número de hembras reproductoras, luego de monitorear tres colonias principales mediante el uso de drones. Las cifras surgieron de un estudio publicado el 13 de noviembre en la revista Communications Biology.
En años anteriores, las variaciones poblacionales de estos animales rondaban entre un 3% y un 7%. Esta vez, los investigadores registraron una baja que equivale a unas 53.000 hembras menos en la región. Algunas colonias reportaron disminuciones superiores al 60%.
Un virus con efectos devastadores
El virus HPAI H5N1, conocido por su alta letalidad, se detectó originalmente en aves. Sin embargo, la cepa actual comenzó a afectar a mamíferos marinos, incluyendo leones marinos y focas.
En la Península Valdés, Argentina, la misma variante mató a más de 17.000 crías de foca, lo que representa cerca del 97% de los nacimientos registrados en ese grupo, según información del The New York Times.
Hasta la llegada del virus, las poblaciones de elefantes marinos del sur en el océano Antártico se mantuvieron estables durante décadas. Su comportamiento habitual incluye largas temporadas de aislamiento, interrumpidas únicamente durante la etapa de reproducción, cuando miles se congregan en la costa de la Patagonia.
Las consecuencias desde el aire
El equipo liderado por el investigador Connor Bamford utilizó vehículos aéreos no tripulados para realizar conteos precisos de individuos antes y después del brote. Gracias a estudios iniciados en 2022, fue posible comparar imágenes previas y posteriores a la llegada del H5N1.
Los resultados mostraron que la ubicación remota de Georgia del Sur no fue suficiente para frenar la expansión del virus. En varias zonas, las tasas de mortandad superaron el 70%.
Dado que los elefantes marinos del sur son depredadores tope, su desaparición podría provocar alteraciones profundas en el ecosistema. Además, estos mamíferos tienen una esperanza de vida prolongada, por lo que una disminución abrupta en las hembras reproductoras tendría efectos de largo plazo en la estabilidad de la especie.

Riesgos de un nuevo brote
Análisis recientes revelaron que la mayoría de las muestras de sangre tomadas en estas focas no presentan anticuerpos contra el H5N1. Esto sugiere que gran parte de la población aún no ha estado expuesta al virus, según una nota publicada por la BBC.
El ecólogo Thierry Boulinier, del Centro de Ecología Funcional y Evolutiva en Francia, expresó que si ocurriera otro brote en la próxima temporada, las consecuencias podrían ser igual de destructivas. Muchas de las especies de focas que habitan en la región son endémicas, por lo que un nuevo episodio viral pondría en peligro su permanencia en el hábitat.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
