Ginecólogos costarricenses están recurriendo a la técnica de laparoscopia quirúrgica como parte de de programas que impulsan para para que menos mujeres sean sometidas a cirugías que requieren hacer grandes heridas.
Médicos de los hospitales México y Nacional de las Mujeres practican intervenciones como la extracción parcial o total del útero (histerectomía), sin hacer una gran incisión en el vientre.
Aunque con algunas diferencias, ambos centros usan la laparoscopia quirúrgica.
Los expertos hacen pequeñas heridas por donde introducen una cámara e instrumentos quirúrgicos -pinzas y tijeras- para realizar las cirugías.
"Empezamos con procedimientos menores, como la extracción de quistes de ovarios y esterilización mediante laparoscopia", comentó Fernando Malavassi, ginecólogo del hospital México.
"Luego pasamos a procedimientos como la extracción del útero. La meta es hacer cirugías más complejas, como extraer tumores malignos del útero (tratar un cáncer)", agregó.
Por ahora, las pacientes son seleccionadas por los médicos para la intervención poco invasiva.
"Empezamos en febrero del año pasado con una histerectomía al mes. Ahora, practicamos dos por semana", indicó Malavassi.
Una ventaja de la laparoscopia quirúrgica es la recuperación.
Por ejemplo, una paciente dura un mes en volver a sus actividades cotidianas tras una extracción de útero por cirugía abierta. Con laparoscopia, ese tiempo es de 15 días.
Más centros. En el Seguro Social, los hospitales Calderón Guardia y San Juan de Dios tienen también posibilidades para realizar laparoscopia quirúrgica, pero falta personal o completar sus equipos para ofrecer cirugías complejas.
Sin embargo, al igual que el México, sí hacen procedimientos más habituales, como esterilizaciones.
Dentro de las técnicas poco invasivas, los tres hospitales también ofrecen histeroscopias diagnósticas y quirúrgicas.
Ese procedimiento solo funciona para la cavidad uterina porque los instrumentos ingresan por la vagina (en la laparoscopia se abren incisiones en el abdomen).
Consiste en introducir un lente que llega a la cavidad uterina para visualizar y detectar trastornos, como pólipos del endometrio o miomas submucosos (tumores benignos) que pueden quitarse.
"La meta es que todos estos procedimientos sustituyan a la cirugías tradicionales. Depende de muchas variables, pero hay avances", dijo Álvaro Mora, jefe de ginecología del San Juan de Dios.