Washington EFE. El estrés activa en el cerebro un mecanismo hormonal que hace que las personas sean más propensas a comer dulces, consumir drogas y hacer apuestas en juegos de azar, según un artículo de la revista BMC Biology.
"Hay numerosas razones por las que personas con estrés comen en exceso, apuestan en casinos o buscan satisfacciones hedonistas (doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida)", dijo Kent Berridge, psicólogo de la Universidad de Michigan.
"Ahora hemos encontrado una más. La sustancia química del estrés activa el mismo mecanismo cerebral que se trastorna por efecto de las drogas y hace que se deseen, de manera excesiva, los objetos placenteros", añadió.
"La sustancia cerebral del estrés triplicó la intensidad del deseo por alimentos con azúcar en relación al provocado por indicadores de esas golosinas", agregó.
Este resultado explica por qué las personas que sufren de estrés tienen más posibilidades de sentir antojos intensos.
Los expertos añaden que estos "antojos compulsivos" solo se satisfacen con actividades que generan una sensación de placer, como comer o consumir drogas.
"Esto puede inducir a que las personas se enganchen en actividades que normalmente resistirían, empujados por señales tentadoras o imágenes visualmente más deseables", aseguran.
Proceso. Para llegar a esta conclusión los investigadores de las universidades de Michigan y de Georgetown realizaron un estudio con ratas. A estas se les inyectó una sustancia que favorece la liberación de una sustancia en el cerebro llamada corticotropina, en niveles similares a los que se registran en seres humanos en situación de estrés.
La corticotropina es una hormona que activa la secreción de corticoides en las glándulas suprarrenales, encima de los riñones. Las corticoides son hormonas del grupo de los esteroides usadas con fines terapéuticos por sus características como antiinflamatorios e inmunosupresores.
Primero se colocó a los roedores un dispositivo que, al presionarlo con su pata, los abastecía con pelotas de azúcar. Ante el estrés producido por el sonido de un timbre los
ratones buscaron más azúcar. "La respuesta normal al estrés conlleva a la liberación de glucocorticoides, sustancias esenciales para las funciones vitales", explican.