¿Esquina? Un buen sitio para el negocio y para los mirones

Además, como parte del ordenamiento espacial y urbanístico de las ciudades costarricenses, el gobierno de Braulio Carrillo decide, en los años 30 del siglo XIX, que las cantinas deben estar en esquinas.

“Estar en una esquina era rentable para el negocio pues multiplicaba las ganancias al estar en un cruce de calles y avenidas, pero además era una forma de control social: la gente podía ver quién entraba y quién salía de las cantinas”, detalló el arquitecto Fernández.

Tal disposición se dejó de aplicar, pero le heredó a los costarricenses una gran cantidad de negocios en esos puntos estratégicos para el negocio y para los mirones.