
¿Por qué la exposición se concentra en siete artesanos veteranos de San Vicente?
Ellos se encargaron de darle una nueva vida a la tradición. Estos artesanos vivieron un proceso de cambio en la producción artesanal de la cerámica. Hasta hace 50 años las piezas se vendían para el uso doméstico; sin embargo, después de esto, ellos retoman diseños precolombinos y técnicas utilizadas por sus antepasados, lo cual coincide con una gran demanda de arte étnico por parte de los coleccionistas y los turistas.
¿Qué significa esta tradición artesanal para el país?
En San Vicente de Nicoya y Guaitil de Santa Cruz uno puede trazar una línea desde la cerámica de la época precolombina hasta la actualidad. En la época precolombina, la cerámica tuvo usos domésticos, rituales y simbólicos. Con el período de contacto –la llegada de los españoles–, aquello se pierde, pero la cerámica se sigue utilizando en las casas porque era barata.
“En estas comunidades, la tradición sobrevive con los mismos materiales, técnicas y algunos de los diseños que vienen desde 4.000 años antes. Es una tradición de 4000 años”.
¿Cómo ayudará el museo a esta tradición?
Será un centro de educación para enfatizar la tradición como elemento de identidad. Se desarrollará la investigación y la educación a la par de la comercialización de la cerámica.