
Una pareja en Nueva Orleans, Estados Unidos, encontró un objeto arqueológico de más de 2.000 años en el patio de su casa. Lo que parecía ser solo una piedra resultó ser una lápida romana, desaparecida de un museo en Italia desde la Segunda Guerra Mundial.
El hallazgo ocurrió cuando Daniella Santoro y Aaron Lorenz limpiaban el terreno de una casa histórica que habían adquirido. En medio de la faena, localizaron una placa de mármol pesada, tallada con inscripciones en latín.
Sorprendidos, contactaron al arqueólogo Ryan Gray, del Centro de Recursos de Preservación de Nueva Orleans. Gray, que documentó el caso, pensó en un inicio que podría tratarse de restos de un cementerio local, una posibilidad común en la ciudad. Sin embargo, pronto descubrió que se trataba de un objeto muy distinto.
Una lápida romana extraviada desde la guerra
Gracias a la colaboración de especialistas de la Universidad de Innsbruck, en Austria, y de la Universidad de Tulane, en Estados Unidos, se confirmó que la piedra era la lápida de Sexto Congênio Vero, un marinero romano del siglo II d. C.
El objeto arqueológico se encontraba registrado en el Museo Arqueológico de Civitavecchia, en Italia, antes de que ese recinto fuera bombardeado entre 1943 y 1944. Desde entonces, numerosos objetos fueron declarados como desaparecidos, entre ellos esta lápida.
Al comprobar la procedencia de la pieza, el caso cambió de rumbo. De un simple hallazgo curioso se convirtió en una investigación de repatriación internacional.
Con apoyo de la Coalición de Antigüedades, dirigida por Tess Davis, se estableció contacto con la Unidad de Crímenes de Arte del FBI, la cual retiró la lápida del lugar e inició el proceso formal de devolución a Italia.
La procedencia de la lápida aún genera preguntas. La propiedad donde apareció perteneció a la familia Simon desde 1909 hasta la década de 1990. No hay indicios de que sus antiguos dueños viajaran a Italia o tuvieran una colección de piezas arqueológicas.
¿Cómo llegó una tumba romana a Estados Unidos?
Investigaciones realizadas por la profesora Susann Lusnia, de la Universidad de Tulane, revelaron que el museo de Civitavecchia sufrió daños severos durante la guerra. Documentos de 1954 indicaban que muchas piezas fueron catalogadas como perdidas en medio del caos.
Se presume que algún soldado pudo llevarse la lápida como recuerdo de guerra, o bien que la pieza fue vendida posteriormente como una curiosidad arqueológica. No obstante, el recorrido exacto de la tumba hasta suelo estadounidense continúa siendo un misterio.
El Museo Arqueológico de Civitavecchia ya informó que organizará una ceremonia pública para recibir la lápida romana. La pieza regresará a su país de origen después de décadas de incertidumbre.
Ryan Gray recalcó que casos como este demuestran cómo la atención de un ciudadano puede contribuir al rescate del patrimonio cultural mundial.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
