La actual ruta, también llamada Camino de la Cruz, se extiende desde lo que se cree fue el Pretorio (Fortaleza Antonia, el sitio donde Jesús fue juzgado) hasta llegar a la iglesia del Santo Sepulcro, donde se ubican las últimas cinco estaciones del Viacrucis, compuesto por 14 momentos representativos de lo que ocurrió a través de esa ruta.
Entre el barrio árabe y el cristiano, esta vía es uno de los sitios de Tierra Santa más visitados durante las conmemoraciones de Semana Santa, ya que muchos peregrino llegan tratando de revivir la Vía Dolorosa, según comenta el embajador de Israel en Costa Rica, Alexander Ben-Zvi.
Dos milenios después. Desde aquel primer siglo de la era cristiana, mucho es lo que ha cambiado la zona y no se sabe, a ciencia cierta, si los puntos coinciden exactamente.
Sobre los lugares en los que se presume ocurrieron los hechos que relata el Nuevo Testamento, se ubican signos, monasterios e iglesias, en las que se viven las estaciones.
La Vía Dolorosa empezó a ser denominada como tal a partir del siglo XVI, aunque la práctica de seguir los pasos de Jesús hasta el Calvario se remonta a las primeras épocas del cristianismo.
La congregación de franciscanos custodios de Tierra Santa, presentes allí desde el siglo XIII, realiza cada viernes del año una procesión por las calles de la Vía.