Las cruces fueron instaladas en las proximidades del museo privado de Checkpoint Charlie por la directora de esa casa, Alexandra Hildebrandt.
Las cuadrillas municipales llegaron de madrugada para retirar el monumento, pues los propietarios se negaron a retirarlo tras expirar su contrato de arrendamiento en diciembre.
Los propietarios del museo levantaron el monumento con secciones originales del muro para reconstruir una sección situada junto a las 1.065 cruces en honor al número de personas que perecieron intentando huir del sector comunista entre 1961 y 1989.
Habían alquilado el terreno al banco BAG Bank, que acudió a los tribunales para reclamar la parcela tras expirar el contrato de arrendamiento. El museo no logró recaudar la suma de $43 millones (unos ¢20.511 millones) que necesitaba para poder adquirir el terreno.
Protestas. Varios centenares de personas, entre ellas muchas víctimas del régimen de la antigua Alemania Oriental, y responsables políticos protestaron contra la demolición en el célebre punto de tránsito entre el sector estadounidense y el sector soviético en el centro de Berlín.
Algunos manifestantes se encadenaron a las cruces.
Según las autoridades de Berlín, la construcción de un monumento de la Guerra Fría está previsto desde hace largo tiempo en el céntrico distrito de la capital.
Ya existe en Berlín un monumento oficial e importante que recuerda a las víctimas del Muro.