
Un amable lector toca de nuevo un tema que está trayendo a mal traer a escritores, periodistas, filólogos y académicos: el uso de mismo-a-os-as con carácter anafórico, o, más claramente, la constante incidencia en el vicio del mismismo .
Por años me ha preocupado el fenómeno del “mismismo”. Al principio me parecía que era un fenómeno reciente; sin embargo, me he dado a la tarea de buscar casos en cuanto texto pueda. He encontrado ejemplos en textos de la década de 1960 en adelante y en toda clase de libros. Me ha llamado la atención que se utilice en una Biblia y que más de un historiador de la literatura española lo haga de manera profusa. Sin embargo, mi asombro mayor fue encontrarlo utilizado por la misma RAE, en la acepción de la palabra montepío : «depósito de dinero, formado ordinariamente de los descuentos hechos a los individuos de un cuerpo, o de otras contribuciones de los mismos , para socorrer a sus viudas y huérfanos». ¿Cree usted que en la nueva Gramática se aborde este tema?
El Diccionario de la Academia ha sido, efectivamente, el primero en incurrir en el vicio del mismismo . La edición 22 del DRAE (la actual) rectifica varias definiciones de ediciones anteriores que contenían el mismo anafórico ( aflorar, cooptar, cuenta acreedora, efeméride y portuario) . Se le olvidó uno: montepío .
El Diccionario panhispánico de dudas presenta ya una definición más sencilla y sin ese defecto: ‘ Montepío . Depósito de dinero formado por las aportaciones de los miembros de un colectivo para socorrer a sus viudas y huérfanos’.
Y el más reciente, el Diccionario esencial , corrige literalmente el mismismo de montepío : ‘depósito de dinero, formado ordinariamente de los des-cuentos hechos a los individuos de un cuerpo, o de otras contribuciones de ellos , para socorrer a sus viudas y huérfanos’.
Le puedo adelantar que la recién nacida (o aún en estado fetal) Gramática sigue desaconsejando el mismo anafórico (“no es recomendable”, dice literalmente el texto inicial).
Sin embargo, he sabido que varias academias hispanoamericanas se inclinan por que se le dé el visto bueno, aun sin recomendarlo, y así se lo han expresado a la Real Academia Española.