
Un cráneo humano de entre 940.000 y 1.040.000 años de antigüedad, localizado en la provincia de Hubei, en China, abrió nuevas discusiones sobre los orígenes del Homo sapiens.
El fósil, conocido como Yunxian 2, fue reconstruido digitalmente tras décadas de investigaciones y ha revelado características que no se ajustan al perfil tradicional del Homo erectus.
El descubrimiento ocurrió en 1990, pero su mal estado de conservación impidió durante años interpretarlo con precisión. Avances en escaneo tridimensional y reconstrucción digital permitieron que un equipo científico liderado por el paleoantropólogo Xijun Ni analizara su morfología y la comparara con más de 100 fósiles humanos.
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El análisis arrojó que Yunxian 2 pertenecía a un hombre de entre 30 y 40 años, con un cráneo alargado, frente baja, pómulos prominentes, nariz ancha y una capacidad craneal elevada para su época. Estos rasgos lo alejan de los neandertales y del Homo erectus, y lo aproximan a linajes asiáticos como los denisovanos y el denominado Hombre dragón (Homo longi).
El hallazgo plantea que la separación entre el linaje del Homo sapiens y otras especies humanas pudo haberse producido hace más de un millón de años, lo que anticiparía entre 300.000 y 400.000 años la cronología aceptada por estudios genéticos previos.
Este cráneo resulta fundamental para comprender un periodo de la evolución humana conocido como la “confusión en el medio”, caracterizado por la presencia de fósiles difíciles de clasificar con precisión.
Investigadores consideran que Yunxian 2 ofrece evidencia de que Asia no fue solo un destino migratorio, sino un actor clave en la evolución humana, con múltiples linajes que posiblemente coexistieron y se cruzaron.
A diferencia del cráneo de Harbin, también atribuido al Homo longi y descubierto en 1993, Yunxian 2 no ha podido ser sometido aún a análisis genéticos, por lo que las conclusiones deben abordarse con cautela.
Este hallazgo alimenta tres hipótesis clave:
- Que el origen del Homo sapiens se habría dado mucho antes de lo estimado.
- Que la divergencia con neandertales y denisovanos ocurrió con mayor antelación.
- Que Asia tuvo un rol más central en la evolución humana de lo que se pensaba.
Aunque el fósil no resuelve todos los enigmas evolutivos, sí amplía los límites del conocimiento actual y obliga a reconsiderar el papel de Asia en la historia del género Homo.

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