Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard, en EE. UU., dijo ayer que logró someter a una célula de piel de un ser humano adulto a un viaje en el tiempo.
Al unir el material genético de esa célula adulta- provenientes de pacientes con diabetes juvenil, Alzheimer y Parkinson- con el de una célula madre embrionaria (aquellas que tienen la posibilidad de dar origen a cualquier tipo de tejido humano), la célula adulta se 'reprogramó', retrocedió en el tiempo a sus primeros momentos de desarrollo y se transformó en una célula madre embrionaria, pero con el ADN del adulto que donó la célula de piel.
La exitosa unión de núcleos celulares, que dio origen a una célula híbrida (con material genético de dos células), es el primer paso en un camino que explora la posibilidad de desarrollar líneas de células madre 'personalizadas', aquellas que tienen el mismo ADN que un individuo, sin la necesidad de crear ni destruir un embrión humano.
No obstante, los mismos investigadores son los primeros en considerar que este es tan solo un inicio y no se debería de dejar de avanzar en la técnica convencional de obtener líneas de células madre embrionarias 'personalizadas'.
Ese procedimiento consiste en tomar un óvulo, extraerle su núcleo y transferir el núcleo de una célula del individuo del que se desea producir la línea de células.
Problemas por resolver. Aunque este avance de Kevin Eggan, Chad Cowan, Jocelyn Atienza y Douglas Melton, todos investigadores del Instituto e Células Madre de Harvard, es esperanzador, la técnica desarrollada por ellos todavía tiene muchas cosas por resolver antes de que puede ser utilizada en tratamientos humanos.
Si bien las células adultas transformadas en embrionarias se comportan como si fueran células madre embrionarias auténticas -son capaces de sobrevivir indefinidamente en un recipiente en un laboratorio, y tranformarse en diferentes tejidos, por ejemplo- tienen un exceso de ADN pues mantiene un núcleo compuesto con el material genético de dos células.
Por ello, los investigadores ahora tratan de encontrar una forma de retirar el ADN de la célula madre embrionaria, para quedarse solo con el ADN del paciente donador.
"Esto parece una solución sencilla y rápida, pero mi experiencia en la biología me dice que a veces lo más simple se convierte en lo más difícil", dijo Cowan.
El otro camino a seguir consiste en utilizar estas células adultas transformadas para comprender el mecanismo celular que convierte a esa unidad biológica en una con habilidades pluripotentes (capaz de desarrollar cualquier tejido).
Si se logra comprender qué hace a una célula en una de tipo madre embrionaria, se podrían resolver muchos de los debates éticos que enfrenta esta rama de la ciencia. Hay quienes consideran moralmente incorrecto la creación de líneas de células madre embrionarias pues conlleva la destrucción de un embrión que podría haberse convertido en un ser humano.
Detalles del estudio se publicarán en la edición del próximo viernes de la revista Science .