
Tras 150 años de especulaciones, en una excavación en el Ártico, los paleontólogos hallaron, al fin, el eslabón perdido: un animal primitivo cuya fisonomía y costumbres relacionan a las focas con las morsas y los leones marinos.
Se trata del Puijila darwini , una especie que habitó el planeta en el Mioceno temprano, es decir, hace entre 20 y 24 millones de años y que según las evidencias científicas sería el antepasado de todos los animales semiacuáticos.
Los fósiles de un esqueleto casi completo de esta nueva especie fueron localizados en lo que fue un lago de un cráter creado por el impacto de un meteorito, en la isla canadiense de Devon.
Los primeros restos óseos aparecieron en una excavación en el 2007. Al año siguiente, continuaron los trabajos y apareció la base del cráneo del animal, una estructura muy importante para determinar sus relaciones con otras especies. En total, se han hallado el 65% de los huesos del Puijila darwini .
Del análisis de los restos, publicado esta semana en Nature se desprende que fue un mamífero carnívoro cuyo cuerpo tenía el aspecto del de una nutria, pero su cabeza era como la de las focas.
Sus patas eran como las de los mamíferos terrestres, si bien tenía los pies reticulados, adaptados para la natación.
“Es la primera evidencia fósil de que los pinnípedos primitivos vivieron en el Ártico. Este hallazgo apoya la hipótesis de que esta zona fue el centro geográfico en la evolución de estas especies”, explicó la paleontóloga Natalia Rybczynski, del Museo de Historia Natural de Canadá que lideró el trabajo.
Puijila significa mamífero joven en el lenguaje de los inuit (el inuktitut), mientras que darwini se le puso en honor de Charles Darwin, que ya en el siglo XIX, en su obra El origen de las especies , había predicho que tenía que haber habido una transición de la tierra al agua de los animales semiacuáticos, como focas o leones marinos.