Nuevo Arenal, Tilarán. Una Ceiba ( Ceiba pentandra gaertin ) de 57 metros de altura que se yergue imponente en una loma de las orillas del lago Arenal fue declarada "árbol excepcional del año 2006" por el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio).
Para la escogencia pesaron sus dimensiones, historia y los esfuerzos de conservación.
En una curva de la carretera entre el volcán y Nuevo Arenal de Tilarán hay una discreta entrada que montaña arriba llevará hasta el monumental árbol, el cual existía cuando Cristóbal Colón tocó Limón. Se estima que su edad oscila entre los 500 y 550 años.
Estratégicamente ubicado "como si fuera un faro", se conoce que la inmensa ceiba era utilizada como punto de referencia cuando estas tierras eran dominadas por los indios malekus.
El árbol tiene un ángulo de visibilidad mayor de 200 grados sobre lo que fuera el valle del Arenal y que hoy es el embalse del mismo nombre.
Pero no solamente servía como un punto de referencia para los indígenas, quienes también creían firmemente que en el tronco habitaban las almas y las energías de sus antiguos caciques.
Ecosistema. Hoy en día en la "ceiba del Arenal" continúan habitando cientos de seres que van desde pequeños musgos y líquenes, hasta mas de 30 clases de orquídeas, 18 tipos de bromelias y 13 diferentes helechos.
Entre su copa, que mide más de 60 metros de ancho, anidan al menos siete diferentes tipos de aves y es el único hábitat para el escarabajo polícromo gigante, un impresionante abejón dorado que llega a medir hasta seis centímetros, según los científicos.
En sus gambas, cerca de la base del tronco, entre espinosas paredes también tiene su casa una colonia de murciélagos.
Malte Baron von Schlippenbach se declara el actual guardián del gigantesco árbol, y es quien en los últimos 10 años le ha dado cuido y mantenimiento al terreno donde se halla, el cual comparte con los huéspedes que se quedan es su pequeño hotel al pie del tronco.
"Hasta el momento no se tiene documentación de que este árbol haya sido escalado por alguna persona, pero mientras yo sea su dueño y guardián no permitiré que nadie ingrese a ese frágil sistema", expresó orgullosamente su propietario.
Mañana, en el marco de la celebración del Día Internacional del Árbol, el INBio colocará una placa en este tronco en homenaje a su belleza y antigüedad.