La hermosa vivienda conocida como Castillo del Moro, en San José centro, y la Casa de la Cultura de Ciudad Colón, Mora, serán restauradas el próximo año por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
Ese será el premio para estas dos edificaciones ganadoras del certamen “Salvemos nuestro patrimonio arquitectónico” 2007.
Dicho concurso es convocado por el Centro con el fin de rescatar inmuebles de alto valor patrimonial en Costa Rica.
En esta ocasión participaron 17 propuestas procedentes de diferentes partes del país, las cuales fueron evaluadas por un jurado de cinco especialistas.
Ellos decidieron premiar con ¢50 millones al Castillo del Moro y con otro tanto a la Casa de la Cultura de Ciudad Colón, basados en su gran valor cultural y la factibilidad para hacer la restauración, así como por su estratégica ubicación urbana y el impacto que tendrán en la población.
“El Castillo del Moro tiene un valor excepcional al ser la edificación más representativa de la arquitectura mudéjar. Por su parte, la casa cultural de Villa Colón, además de su valor histórico, tiene mucha importancia debido a que allí se imparten clases de música, danza, plástica y otras artes”, detalló ayer en la premiación Sandra Quirós, directora del Centro de Patrimonio.
En plena calle 3. El Castillo del Moro es una vivienda, con una parte dedicada a restaurante, que atrae la vista en la calle 3 de San José –barrio Amón– con su arquitectura, sus gárgolas, detalles en cerámica, arcos de medio punto, su torre y el patio exterior con una fuente en medio.
“Por su ubicación en un importante eje de acceso a la ciudad de San José, por sus elementos arquitectónicos únicos, este edificio se ha convertido en un hito referencial y un punto de atención para turistas nacionales y extranjeros”, señaló el jurado del certamen.
Esta edificación fue diseñada por el arquitecto Gerardo Rovira, de origen catalán, y fue construida en la segunda mitad del siglo XX. Fue la vivienda de monseñor Carlos Humberto Rodríguez, quien fue arzobispo de San José.
Muestra un estilo arquitectónico mudéjar, esto es, aquella arquitectura que incorpora influencias, elementos o materiales árabes.
El exterior de este inmueble está en buenas condiciones porque fue restaurado recientemente. Sin embargo, su interior requiere una alta inversión debido a que los problemas de humedad y filtración de agua han dañado azulejos, maderas, mármoles y repellos, detalló su dueño Jorge Ignacio Guier.
Asimismo, el Castillo del Moro tiene daños en el sistema eléctrico.
“El premio otorgado por el certamen permitirá concluir la restauración iniciada por sus dueños”, señaló el jurado.
En el cantón de Mora. El edificio de madera y bahareque que sirve como casa de la cultura del cantón de Mora es conocido como Casa de Enseñanza de Villa de Pacacua.
El proyecto para “salvarlo” fue presentado por la Municipalidad de Mora y la Asociación de Desarrollo Específico Pro Rescate Histórico Arquitectónico y Cultural del Cantón de Mora.
Fue construido entre 1924 y 1928, en la administración de Ricardo Jiménez Oreamuno, como la escuela de la comunidad. Ahora es un centro cultural donde 1.000 alumnos de entre 5 y 80 años reciben clases de música, danza, artes plásticas, idiomas y manualidades.
Según Gilberto Monge Pizarro, alcalde de Mora, la edificación no solo requiere mejoras en la fachada, sino que necesita arreglos en los marcos de madera, en el techo, en algunas paredes y el cielorraso.
