
El hospital Rafael Ángel Calderón Guardia concentró la atención de sus pacientes con riesgo de producir coágulos en las arterias, en una nueva clínica que funciona en el antiguo edificio de la consulta externa.
La clínica consta por ahora de un consultorio atendido por un médico y una enfermera.
Ellos chequean, al menos una vez por mes, a aproximadamente 600 enfermos que toman medicamentos anticoagulantes y acuden a consulta en el Calderón Guardia.
Por su delicada condición, un coágulo podría complicar la salud de pacientes cardíacos, llevándolos, en muchos casos, a la muerte.
"El objetivo es darles una atención más cercana. Ellos vienen a la consulta tras practicarse, un día antes, un examen de sangre", explicó el doctor Wálter Muñoz, quien está a cargo de la nueva clínica.
Anteriormente, esos pacientes acudían a los diferentes servicios del hospital para ese control, según fuera el origen de su enfermedad (cardiología, neumología, reumatología, etc). Ahora, la atención se concentró en la clínica.
Aunque son citas mensuales, los pacientes con riesgos pueden acudir varias veces por semana, si lo consideran necesario.
Buenos resultados. "Como resultado de este seguimiento, hemos reducido la cantidad de hospitalizaciones de estos enfermos por hemorragias u otro tipo de complicaciones", dijo Muñoz.
La mayoría de las 600 persona atendidas ingieren warfarina, un medicamento anticoagulante que debe darse en una dosis precisa y con vigilancia médica.
Buena parte de los pacientes que ocupan ese tratamiento experimentaron una cirugía de cambio de válvula del corazón.
Otros sufren de trombosis o embolias pulmonares, entre otros males.