UCR y NASA estudian gases atmosféricos con globos

Captar datos atmosféricos y validarlos con los que se obtienen de satélites en el espacio y en la Estación Espacial Internacional (EEI), es el objetivo de un proyecto con sello costarricense llamado TicoSonda.

Esta iniciativa se ejecuta desde la Universidad de Costa Rica (UCR), con el apoyo de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), de Estados Unidos.

Los científicos de esa casa de estudios superiores que laboran en el Centro de Investigación de Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), desarrollan en su laboratorio, GasLab, sondas capaces de alcanzar los 33.000 metros sobre el nivel del mar.

Estas sondas pueden medir variables como concentración de ozono, vapor de agua, dióxido de azufre, humedad relativa, velocidad del viento, lluvias y presión atmosférica.

Luego, cada sonda es lanzada al cielo con ayuda de grandes globos meteorológicos.

¿Por qué en Costa Rica? El estudio se realiza en Costa Rica por la ubicación del país en el trópico del planeta y porque aquí está la única estación que hace este tipo de mediciones.

“Necesitamos estar en el trópico y este es absolutamente el mejor lugar debido a la infraestructura científica y los socios que tenemos acá”, comentó Henry Selkirk, experto del Goddard Space Flight Center de la NASA, en entrevista con La Nación.

En el proyecto también colaboran el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos (NCAR, por sus siglas en inglés), la Universidad de St. Edwards (Texas) y la Universidad de Valparaíso (Indiana).

Medición. El proyecto TicoSonda ha realizado mediciones desde el 2005. Los datos que genera permiten validar y calibrar la información que brindan los satélites Aura, de la NASA, y SAGE III, en la EEI.

Realizar este tipo de labores resulta clave para corroborar que la información generada por el satélite es correcta y que no hay problemas en sus sensores, atribuidos a su vida útil.

El proyecto utiliza tres tipos de sonda. La primera permite medir la concentración de ozono a lo largo de toda la atmósfera y la capa de ozono, detalló Jorge Andrés Díaz, coordinador del GasLab del Cicanum.

“Mide una reacción química que se ve alterada por la presencia del ozono”, detalló.

Todas las semanas se hace uno de esos lanzamientos y, una que una vez al mes, se envía un segundo tipo, que es la sonda conocida como Higrómetro de Punto de Congelación (CFH, por sus siglas en inglés), para medir vapor de agua.

Holger Vömel, del NCAR, explicó que este es uno de los valores más importantes en la estratosfera. “Es un gas de cambio climático que debe ser monitoreado, pues ayuda a entender la dinámica de la atmósfera global”, aclaró.

La tercera sonda es la dual, a la cual se le coloca un filtro para que sea capaz de medir, además de ozono, dióxido de azufre.

En el cielo. A las 6:30 a. m. de ayer viernes se lanzó un globo meteorológico en el Cicanum. Ernesto Corrales, del equipo de GasLab, fue el encargado.

El investigador comentó que el globo tarda cerca de una hora y media en alcanzar los 33.000 metros sobre el nivel del mar, donde explota. En ese momento, la sonda despliega un paracaídas que lleva incorporado.

“Sin embargo, hay cierto punto de la atmósfera donde, debido a la poca densidad de aire, el paracaídas no sirve de mucho y eso hace que el descenso tarde aproximadamente media hora”, concluyó Corrales.

Las sondas llevan los datos para que, si alguien halla una, la pueda devolver al Cicanum. A cambio recibirá una recompensa de ¢10.000. Si usted encuentra alguna, llame al 2511-2428.