Desde hace más de una década, el agrónomo Walter Peraza se ha dedicado a estudiar los nemátodos, lombrices –en su mayoría microscópicas– que parasitan al ser humano, animales o plantas.
Desde su laboratorio, en la Universidad Nacional (UNA), se trazó como meta de buscar un grupo de nemátodos poco estudiados y que no solo paraciten plantas, si no que también puedan transmitirles virus.
Lo que este investigador y profesor universitario no se esperaba al iniciar su investigación era encontrar una especie completamente nueva para la ciencia y, tras la buena noticia, decidió bautizarla con un nombre alusivo a nuestro país: Xiphinema tica.
El hallazgo fue reportado en mayo del 2017 en la revista European Journal of Plant Pathology.
Fue en conjunto con el Instituto de Agricultura Sostenible de Córdoba, España, que Peraza comenzó a investigar al grupo Xiphinema.
"Se conocen como unas 270 especies de xiphinemas, unas 12 o 13 sí pueden transmitir virus a plantas. Estas últimas pueden ser devastadoras en plantaciones como uva, tomate o chile. Su estilete (una especie de aguja hipodérmica en su boca) lo introducen en la pared celular y regurgitan sustancias que debilitan la célula. En cuestión de poco más de una hora, se corrugan las hojas y se decoloran", explicó Peraza.
¿Cómo fue la investigación?
El primer paso consistió en tomar muestras de tierra en cultivos en diferentes partes del país. La recolección de muestras se hizo durante la estación lluviosa de 2016.
Se analizaron suelos de Chirraca, Sabanillas y Bajos de Jorco (ambos de San Ignacio de Acosta), Lagunilla (Santa Cruz, Guanacaste) y Sucre (Ciudad Quesada, Alajuela). Las siembras eran de uva, cítricos, guanábana, hierba estrella robusta y café.
La nueva especie apareció por primera vez en una plantación de uvas en San Ignacio de Acosta. Posteriormente se vio también en suelos guanacastecos.
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Una vez que se tomaron las muestras, la tierra se filtró para encontrar los microorganismos que viven en ella y se tomaron los que se consideraron de interés para el estudio (en este caso, los nemátodos).
Luego, estos se pusieron en un medio de cultivo para preservarlos y, a través del microscopio se comenzó su análisis físico (cada especie debía fotografiarse dibujarse) y de sus características morfológicas.
Posteriormente se envió a España para su análisis molecular.
"Ya desde que vieron la fotografía de la Xiphinema tica, los españoles la notaron diferente a las otras y conversamos que era posible tener una nueva especie. El deseo de todo investigador es encontrar una nueva especie, imagínese cómo estaba yo", recordó Peraza.
Los análisis continúan, de hecho, el especialista cuenta que ya confirmaron una especie nueva, de la que no puede dar detalles porque se encuentra en proceso de publicación. Es posible que en total sean cuatro nemátodos nuevos, pero aún debe investigarse más sobre los dos que se registraron de último.
Además, aún deben analizarse más a fondo las características de esta primera especie, para determinar si tiene posibles afectaciones en los cultivos.
La historia del nombre
¿Por qué se escogió llamar este nemátodo como Xiphinema tica? Una especie nueva para la ciencia puede bautizarse según el nombre de investigadores famosos en el tema, de otros grandes científicos, o puede tener relación con la apariencia física o con el lugar donde fue descubierta.
"En 1964 ya se había descubierto la Xiphinema costarricensis en Guayabo de Turrialba. No podíamos ponerle Xiphinema acosteña, porque no solo se vio en Acosta. Los españoles sugirieron Xiphinema caribeña, pero tuve que explicarles que no se había visto en ninguna zona del caribe de este país... Entonces fue cuando me dijeron, '¿si a los costarricenses les dicen 'ticos', ¿por qué no usarlo en el nombre de la especie?', y así fue como la nombramos", narró el investigador.
Ahora falta por definir los nombres de las otras tres posibles especies descubiertas en el país. La segunda ya lo tiene, pero será revelado hasta que salga en la publicación científica.