¿Qué pronóstico tienen los exsiameses Samuel y Ezequiel? Es la pregunta que muchas personas se hacen un mes después de la maratónica e histórica cirugía que logró separar a estos niños costarricenses.
Según los médicos, es irresponsable dar una respuesta contundente, pues aunque los hermanos Núñez Badilla han evolucionado de manera positiva, los menores deberán permanecer varios meses más hospitalizados. Ello, porque continúan siendo pacientes catalogados de alto riesgo y sus vidas aún corren peligro.
LEA MÁS: Médicos 'vencen' dos veces a la muerte para separar a siameses
“Si me preguntan por qué parte del camino vamos, yo diría que apenas por el 10% de un largo proceso… a lo mejor dimos dos pasos de 50, nos falta mucho, muchas cirugías, muchos tratamientos médicos y quirúrgicos. Entonces es un proceso muy largo que no sabemos cuándo va a terminar, pero sí sabemos que el Hospital de Niños está en la mejor disposición de llevarlo a cabo", explicó el neurocirujano Juan Luis Segura, durante una conferencia de prensa la mañana de este viernes.
De acuerdo con Olga Arguedas, directora del Hospital Nacional de Niños (HNN), el balance de este mes, tras la cirugía, es “de celebrarse”, pues aunque se han presentado complicaciones, todo se mantiene entre lo esperado debido a la complejidad del caso.
Cada niño a su ritmo
Según ella, cada niño evoluciona a su propio ritmo y requiere de tratamientos diferentes.
Por ejemplo, Samuel salió ya de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y está en el mismo salón que su hermano, en el servicio de Infectología. Sin embargo, últimamente ha presentado convulsiones y problemas de alimentación.
LEA MÁS: Evolución de Samuel y Ezequiel es compleja y lenta
Ezequiel, por su parte, se ha mantenido más estable, pero su principal desafío es que le falta hueso y piel en el área de la cabeza en donde se hizo la separación. Para manejar esa situación y protegerlo mientras tanto, los médicos han debido de utilizar materiales sintéticos. Más adelante se diseñará un proceso de cirugía reconstructiva para lograr el cierre completo, explicó Arguedas.
Ambos niños están recibiendo apoyo de fisiatría (especialidad médica que ayuda a las personas a recobrar las funciones corporales que perdieron debido a enfermedades o lesiones) y de rehabilitación, pues prácticamente desde que nacieron han permanecido en cama y ahora más, debido a la cirugía.
Los gemelos Núñez Badilla, de dos años y tres meses, nacieron unidos por su cabeza y compartían vasos capilares y parte de su cerebro. Fueron separados durante el viernes 23 y sábado 24 de febrero, en una cirugía de 20 horas, única en el país.
