
El debate en torno a la clonación de embriones humanos con fines terapéuticos ha vuelto a encenderse en el país, generado por la visita -gestionada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto- de dos investigadores.
Se trata del estadounidense David Prentice y la española Natalia López, ambos defensores de la tesis que señala que la investigación con células madres embrionarias debe prohibirse, pues consideran que atenta contra la vida humana. Ellos dan por iniciada la vida en el momento de la unión del óvulo con el espermatozoide.
Del otro lado de la calle, los que apoyan la clonación terapéutica, señalan que no hay posibilidad de vida si el zigoto no se encuentra adherido al útero de una mujer.
Las células madres embrionarias son células indiferenciadas y pluripotentes; a partir de ellas se puede crear todo tipo de tejido.
Se espera que la investigación con esas células dé origen a terapias para enfermedades a las que aún no se les ha hallado cura.
Sin embargo, hay quienes -como Prentice y López- señalan que esa investigación puede realizarse con las células madre adultas que se encuentran en los diferentes órganos, capaces de dar origen a los diferentes tipos de células que componen el órgano.
Esa postura es la que el Gobierno de Costa Rica ha llevado ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), encabezando una lucha por instaurar una prohibición a la clonación humana, tanto reproductiva, como terapéutica.
Tras tres años de discusión, los 191 países miembros de la ONU concuerdan en prohibir la clonación reproductiva, mas hay desacuerdo en torno a la terapéutica.
Aunque unos 60 países apoyan la propuesta tica, muchos otros sostienen que la investigación con células embrionarias debe permitirse. "La evidencia que conozco es que las células madre embrionarias tienen más potencial que las adultas", señala el genetista Pedro León Azofeifa.
Este mes, la discusión regresará a la ONU, donde se espera que se llegue a un acuerdo en torno a la prohibición o el aval al desarrollo de está línea de investigación.