Un equipo de científicos de Costa Rica y Corea confirmó las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que tienen las hojas del árbol frutal conocido popularmente como mabolo ( Diospyros blancoi ).
Ambas características son muy cotizadas para la fabricación de fármacos.
Si bien es originaria de Asia, (Filipinas), esta especie ha logrado adaptarse al calor y la humedad de la zona sur de Costa Rica.
Fue en el Refugio de Vida Silvestre de Golfito donde se recolectaron las muestras que ahora están en estudio.
El análisis de la composición química de las hojas se realizó como parte de un proyecto entre el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio) y el Instituto Coreano de Investigación en Biociencias y Biotecnología (Kribb).
“Sus hojas son grandes, pueden llegar a medir entre 10 centímetros y 12 centímetros de largo. Eso es una ventaja, pues contamos con suficiente material para estudiar.
” La muestra de hojas se transformó en un extracto y se llevó al laboratorio para su análisis. En este primer estudio detectamos que algunos de los compuestos químicos de la planta inhibían las sustancias que causan inflamación sin ser tóxicas para las células sanas”, explicó Kattia Rosales, investigadora del INBio.
De acuerdo con la científica, el extracto de las hojas es una mezcla muy compleja; por eso fue necesario agrupar las diferentes “familias” de compuestos químicos para ir haciendo las pruebas.
Las cualidades antiinflamatorias halladas en las hojas del mabolo abren el espectro de posibilidades para aplicaciones en el tratamiento de alergias y asma.
Las pruebas de laboratorio también confirmaron que las hojas de esta planta contienen un compuesto activo con propiedades antioxidantes.
El investigador coreano Soo-Yong Kim, del Instituto Kribb, destacó que esta es la primera vez que un estudio científico respalda esos atributos medicinales en dicha especie.
“Al confirmar los efectos como antiinflamatorio y antioxidante, el INBio y el Kribb registraron una patente mutua para el futuro desarrollo de medicamentos o productos cosméticos que contengan ese componente activo presente en Diospyros blancoi ” , declaró Soo.
El científico reveló los avances recientes en las investigación. “Ya realizamos las pruebas en animales para evaluar los efectos en el tratamiento contra el asma y los resultados son sobresalientes. Sin embargo, el desarrollo de medicamentos o cosméticos con extractos de esta planta solo será posible si se logra el cultivo a gran escala de una manera sostenible para Costa Rica desde el punto de vista económico y ambiental”, aclaró Soo.
De ser posible el cultivo a gran escala, el siguiente paso serían los ensayos preclínicos.
Entre 2000 y 2005, el consumo de antiinflamatorios no esteroidales creció un 48% en el país.
Los medicamentos de mayor consumo y participación en el gasto fueron sulindaco e indometacina, según datos de la CCSS.