
Antes de disfrutar de un viaje por su ciudad preferida en Estados Unidos, deberá pasar por el control migratorio para obtener el aval de ingreso al país.
En ese punto, un oficial de migración le hará una serie de preguntas con el fin de verificar que el motivo de su visita sea estrictamente turístico.
Estas son cinco de las consultas más frecuentes que suelen realizar las autoridades estadounidenses, según explica el costarricense Ariel Abarca, viajero frecuente a ese país.
1. ¿Cuál es el motivo de su viaje?
Esta interrogante es clave para las autoridades migratorias. La recomendación es responder con claridad y siempre con la verdad, ya que el oficial podría solicitar una explicación adicional o algún documento de respaldo.
2. ¿Cuántos días va a permanecer en Estados Unidos?
De acuerdo con Abarca, tanto esta pregunta como la anterior son prácticamente fijas en el proceso, pues sirven “para evaluar la admisibilidad” del viajero.
3. ¿Cuál es la dirección donde se quedará?
“Esta también es una pregunta fija, pero se utiliza principalmente para ingresar la información en el sistema”, menciona Abarca.
4. ¿Cuánto dinero trae?
Además de indicar el monto aproximado, también puede mencionar si cuenta con tarjetas de crédito o débito para cubrir sus gastos durante la estadía.
5. ¿Trae alcohol, carne u otros alimentos?
Es importante tener presentes las restricciones para el ingreso de ciertos productos al país, ya que algunos están prohibidos o deben ser declarados.
Además de estas cinco consultas, los oficiales de migración pueden formular otras preguntas complementarias, dependiendo del perfil del viajero y de las respuestas brindadas durante la entrevista.
Entre ellas se encuentran: a qué se dedica o en qué trabaja, si ha visitado Estados Unidos anteriormente, cuándo tiene previsto regresar a su país, si viaja solo o acompañado, si es su primera vez en el país o si trae artículos para declarar.
A partir de ese intercambio, el oficial podría ampliar la entrevista o dar por concluido el proceso de ingreso.
Abarca también comparte una recomendación que él mismo aplica cada vez que viaja a Estados Unidos.
“Siempre llevo impresas y en un folder copias de las reservaciones de avión, hotel, carro y otros transportes, como cruceros o trenes, así como los tiquetes de atracciones que haya comprado con anticipación. Prácticamente todo”, asegura.
Pese a ello, comenta que solo en una ocasión le solicitaron mostrar una reservación. Ocurrió en el aeropuerto de Los Ángeles, cuando iba a tomar un crucero.
“Por alguna razón llevaba evidencia de todo, menos del crucero. Tuve que sacar el celular y mostrar el correo electrónico de la reservación. De lo contrario, no sé qué habría pasado”, relató.
