En cualquier parte, las mandarinas son mandarinas, y los hipocampos, caballitos de mar, pero, en la parte de Losdenmedium, ambos elementos son una metáfora de cuerpos y conciencias que se debaten entre la plenitud sexual y el pecado original.
Mandarinas-hipocampos, espectáculo coreográfico de Jimmy Ortiz, toma prestado cierto aliento de Justine o los infortunios de la virtud, obra literaria del marqués de Sade (1740-1814), para plasmar una historia de alusiones e intromisiones carnales lujuria, frigidez, impudicia, represión, etc., transformando el tópico pecado-virtud en una reflexión de mayor alcance. El coreógrafo lo percibe como "una alucinación y una reflexión moral en los albores del fin de siglo".
Justine (Florencia Chaves) y Juliette (Diana Naranjo) encarnan sensualidades antagónicas que, al tiempo que se enfrentan entre sí, comparten escenario con una gama de personajes que revelan, a su manera, los dilemas de su sexualidad. La pretendida castidad de Justine tropieza con la brutalidad del destino, mientras que Juliette permanece en el registro del goce.
Más cercano a la orgía que a la pornografía, a la celebración que al culto, Mandarinas-hipocampos saca provecho del gentío, con la incorporación a la compañía de tres nuevos bailarines: los jóvenes Ivania Quesada e Iván Fatjó y, el también joven aunque veterano Jorge Corrales.
"Me interesó tomar el lenguaje de la danza como texto, es decir, como un discurso al que se le entra por todos lados, como a una fruta, y hacer una reflexión en torno a nuestros conceptos de corrección y perversión, de pureza y vicio, que aún son de la Edad Media", explica Jimmy Ortiz. "Una mandarina es una fruta sensual, que se come en gajos y se come entera. Frente a esa cosa tan deliciosa, nosotros permanecemos como los hipocampos: fríos y ambiguos".
Fetichista, pagano e irónico, el espectáculo es una especie de apología de la autoexpresión, cargada de vestuarios "medievales" y de escenas que conjugan esa frontera indisoluble entre el sufrimiento y el misticismo, el placer y el castigo. "En la obra, el concepto de fetiche es muy importante, de ahí el exceso de vestuario", apunta el coreógrafo.
Con 10 años cumplidos, Losdenmedium no deja enfriar los músculos de sus bailarines, y Jimmy Ortiz se asegura de que su compañía se mantenga bailando, ya sea dentro o fuera del escenario.
Mandarinas-hipocampos viene a ser el estreno número 17 del grupo y, sin duda, un cambio de registro en cuanto a montajes anteriores, más sutiles y menos incitantes. Si Losdenmedium no sabían cómo iban a terminar el año, ahora lo saben: erotizando a los espectadores.
Cómo, dónde, cuándo
¿Qué? Mandarinas-hipocampos, espectáculo coreográfico de Jimmy Ortiz.
¿Dónde? Teatro Nacional.
¿Cuándo? 2, 3, 4 y 5 de setiembre.
Hora : 8 p. m.
Entrada : ¢1.500 (general, con descuento para estudiantes con carnet).
Teléfono: 221-5341.
Bailan : Doris Campbell, Jorge Corrales, Andrea Catania, Iván Fatjó, Florencia Chaves, David Calderón, Ivania Quesada, Rodolfo Seas, Valentina Marenco y Diana Naranjo.
Diseño de vestuario : Rodolfo Seas.
Música original : Iván Rodríguez.
Diseño de luces : Telémaco Martínez.