
Si en su trabajo sus compañeros más jóvenes tratan de hacerle sentir viejo diciendo que apenas entraban a la escuela cuando usted ya salía de la U, aplástelos rajando con que usted sí admiró el eclipse de sol, que celebró los cuatro goles ticos del verano italiano, que escuchó a Kurt Cobain cuando estaba vivo... y que vio jugar a Michael Jordan.
Sin ser yo un gran fiebre del baloncesto, en los 90 fui parte de los miles de jóvenes ticos que se dejaron arrollar por la NBA y sus estrellas, por su mercadeo, sus tenis de marca, sus tableros destrozados y su
Jorge Martínez era un carajillo que aún tenía pelo cuando empezó a narrar los partidos de la NBA por canal 2, escudado por los comentarios del entrenador Rodolfo Fonseca. Hablamos de años en los que la penetración del cable era mínima –Cablecolor parecía un lujo y Cabletica apenas echaba a andar–, y en que los canales nacionales por deporte solo entendían futbol (al igual que hoy).
Por eso, cuando este par empezó con la transmisión de la mejor liga de baloncesto del mundo, la respuesta fue instantánea y abrumadora. El canal 2 operaba en aquel entonces también la frecuencia en UHF de canal 29 (hoy VM Latino) y por esa señal el
En mi barrio todos eran Bulls, todos iban con los Bulls, todos idolatraban a los Bulls. En la cancha del parque de Curridabat una generación de engañados imitaba, sin éxito, el
Yo, mientras tanto, prefería a los Spurs de David Robinson.
En 1992 aquel fenónemo basquetbolístico vivió su momento cumbre, cuando seguimos en directo la mayor demostración de talento colectivo en la historia del deporte mundial. Alguien dirá que ese título es para el Brasil de Pelé, la Argentina de Maradona o el Barcelona de Messi pero no, qué va... a todos les gana el primer Dream Team. Y punto.
Los juegos olímpicos de ese año nos pertenecieron a los que consumíamos
Aquella generación de monstruos se retiró; el basquet pasó a Fox Sport y ESPN; canal 2 desapareció como actor de peso en la tele criolla; a
Por eso, ahora que me llegan rumores de un tal Jeremy Lin que está haciendo loco en Nueva York, echo de menos los buenos viejos tiempos de