Una veintena de cantantes cubanos e hispanoamericanos, reunidos alrededor de Silvio Rodríguez y Joaquín Sabina, hicieron un recorrido musical de las canciones de protesta de los años 60 y de la nueva trova, en una velada artística en La Habana que concluyó la madrugada del domingo.
En el acto, celebrado en la calle frente a Casa de las Américas, se evocó la guerra en Yugoslavia, cuando un grupo de jóvenes desplegó una manta en la que se pedía a la OTAN parar los bombardeos.
Durante cuatro horas, más de 3.000 personas, en su mayoría jóvenes, corearon canciones como Gracias a la Vida, interpretada por Isabel y ángel Parra en un homenaje a su madre la chilena Violeta Parra.
Al escenario subieron también el argentino Víctor Heredia, la norteamericana Bárbara Dane, el uruguayo Daniel Viglietti, los cubanos Sara González, Amaury Pérez, Santiago Feliú y Gerardo Alfonso.
Varios de los invitados, como Dane, los Parra y Viglietti fueron protagonistas en 1967 del Encuentro de la Canción de protesta, celebrado en La Habana.
Pero los jóvenes estallaron de júbilo cuando el cubano Carlos Varela cantó Guillermo Tell, aquella canción de rebeldía cuya letra dice que ahora corresponde al padre arriesgarse y ponerse la manzana en la cabeza.
Sabina terminó de prender al auditorio con sus letras que hablan de la cotidianidad, del amor, de los problemas de la sociedad moderna.
Vestido de negro, el andaluz, quien musicalizó un texto de subcomandante Marcos, se sumó a todos los cantantes para interpretar Cuba va, con la que se cerró el concierto-homenaje a la Casa de las Américas, en su 40 aniversario.