Después de 200 años de la muerte del primer secretario del Tesoro en Estados Unidos, Alexander Hamilton, sus descendientes repitieron el duelo que le costó la vida, contra los tataranietos de su antagonista, Aaron Burr.
Más de mil personas asistieron al acto celebrado en la localidad de Weekhaven, en Nueva Jersey, junto al río Hudson, para conmemorar la muerte de uno de los signatarios de la Constitución estadounidense y “padre fundador” del país, explicó ayer la prensa local.
Entre los presentes se encontraban sesenta descendientes de Hamilton y una cuarentena de tataranietos de Burr.
Antonio Burr, uno de los descendientes directos del que fuera vicepresidente de Thomas Jefferson, llegó en barca de remos y vestido de época al lugar, armado con una réplica de la pistola del calibre 54 que hirió mortalmente al secretario del Tesoro hace dos siglos.
Douglas Hamilton, tataranieto del secretario del Tesoro y que es vendedor de productos informáticos en Ohio, fingió haber recibido, como su antepasado, una herida en la cadera, cayó sobre una rodilla y quedó sentado sobre la hierba.
En el duelo auténtico, Hamilton fue trasladado a su casa de Nueva York, donde expiró 31 horas más tarde, no sin antes declarar que perdonaba a quien le había matado y que había sido su gran enemigo a lo largo de los años.
Escuchar