ESTA ES UNA DE ESAS actividades en las que el asiento se le va encogiendo a uno ya que las ganas de bailar reclaman al cuerpo más espacio cada vez. Se trata de dos noches Ðel viernes y el sábado próximosÐ de pura música brasileña de todos los tipos y de todas las épocas en un solo espectáculo: ¡Costa Rica le canta a Brasil!
Y eso no es todo: lo mejor es que la música la interpretarán costarricenses, quienes han preparado un extenso repertorio con canciones de distintas regiones del país suramericano y algunas piezas ticas interpretadas al estilo brasileño. Novedoso, ¿cierto?
La iniciativa de celebrar la fecha nacional de Brasil (7 de setiembre) fue de la Fundación Centro de Estudios Brasileños y de Producciones MAC.
La aventura de asumir la ejecución musical corresponde al grupo Jazz Garbo, integrado por Randolph Jiménez (bajo), Mario Campos (batería) y Gabriela Zamora (cantante).
Como músicos invitados estarán: Juan Carlos Rojas (teclado y acordeón), Jimmy Villatoro (guitarra), James Hernández (saxofón), Juan Carlos Espartaco (trompeta), Carlos Saavedra (percusión), Ricardo Hernández (percusión). July Linox, Milena Méndez, Adrián Céspedes y Luis Alonso harán los coros.
Si usted es un asiduo seguidor de la música brasileña, prepárese porque esta actividad hace un recorrido completo: "Rescata música de conocidos compositores e intérpretes brasileños clásicos, como Heitor Villa-Lobos; populares, como Carlos Jobim, Daniela Mercury, Luiz Gonzaga y Ellis Regina; modernos, como Javan e Ivan Lins, así como la propuesta de ritmos alegres como So Para Contrariar, Banda Eva, y Pinote", afirmó Mario Campos, de Jazz Garbo.
Aquí se darán gusto varios de sus sentidos: los oídos ya tienen su parte, y la vista estará halagada con las coreografías y los coloridos vestuarios típicos que llevará el Grupo de Danza Brasileña del Centro de Estudios Brasileños. Además, habrá una pantalla gigante en la que se mostrarán paisajes e imágenes cotidianas de ese país.
Por si todo esto fuera poco, es posible que usted hasta se gane un viaje pues, entre todas las personas que asistan, se rifarán dos pasajes de ida y regreso a Miami y a Cancún. El primero se sorteará el viernes, y el segundo, el sábado.
Cómo, dónde, cuándo
Espectáculo : Costa Rica le canta a Brasil.
Organizan : Fundación Centro de Estudios Brasileños y Producciones MAC.
Fechas : Viernes 10 y sábado 11 de setiembre.
Lugar : Auditorio Nacional (Museo del Niño).
Hora : 8 p. m.
Entrada : ¢2.000.
Teléfono : 223-3551.
Bossa nova, la música de un tiempo feliz
La bossa nova nació, a fines de los años 50, como expresión de una era, y se transformó en una música mundialmente conocida y reconocible que, para muchos, cristalizó en sonido una época deliciosa de la vida de Río de Janeiro.
La samba se hace más canción y más romántica, el jazz ejerce una gran influencia en las discotecas cariocas y radios de moda, y un grupo de músicos, intelectuales y poetas comienza a reunirse en bares de Copacabana. Aquellos jóvenes con ganas de componer y cantar no eran conscientes de estar marcando un punto y aparte en la música brasileña, ni mucho menos de estar creando un género o estilo.
Hasta hoy, cuarenta años después, la bossa nova no pasa, para muchos críticos, de ser un intento de los brasileños por desvincularse de la música norteamericana que no consigue desprenderse de la influencia del jazz. Para otros, sin embargo, la bossa nova, en vez de negar la música extranjera prefirió incorporarla, diluyéndola en temas y candencias brasileñas.
Lo que nadie podrá negar es que la bossa nova fue y es una especie de suspiro del modo armónico de hacer y oír música, y que por eso se tornó sofisticada, sutil y altamente refinada. Pocas formas musicales fueron superiores en cuidado y dominio técnico, simplicidad y belleza despojada y limpia, como las canciones de Joao Gilberto, uno de sus padres y máximos exponentes.
A pesar de su corta duración como movimiento y de su limitado número de composiciones, la bossa nova sigue siendo venerada en Río de Janeiro 40 años después, porque la ciudad cambió, los escenarios y el público también, pero la música permanece intacta.
Hoy en día, esta forma de hacer música se puede escuchar en pequeños bares del centro de Río de Janeiro, en modestos conciertos en centros culturales o en los quioscos que rodean la laguna con forma de corazón de la ciudad carioca.
Cuarenta años después del nacimiento de los primeros compases en las playas de Copacabana, sigue sin haber una definición para este ritmo. La bossa nova es como la "saudade", un fenómeno indescriptible que todos saben reconocer cuando aparece.
Beatriz Lecumberri (Revista Letras Libres, febrero de 1999, México).