MONTBRISON. AFP. El museo dAllard de la ciudad francesa de Montbrison (centro-este) guarda en su acervo el cuerpo disecado, a principios del siglo XIX, de un español.
El cuerpo, que fue exhibido brevemente a la prensa, pertenece al "único europeo conocido que se ha conservado así", aseguró el conservador del museo, Henri Pailler.
El cadáver disecado reposa desde hace más de 150 años en un modesto ataúd de madera situado en el museo donde antaño residió un aristócrata. La apertura de la tapa del ataúd ha respondido a la solicitud de un periodista catalán que realiza una investigación sobre los soldados españoles que cayeron prisioneros de Napoleón I a partir de 1809, después de la invasión de la Península Ibérica.
El periodista ha descubierto, en el marco de esta investigación, el destino excepcional del muerto de Montbrison, disecado por un famoso taxidermista parisino.
Según los historiadores de la región, el hombre habría sido contratado en suelo francés por el notable de la ciudad Jean Baptiste dAllard para trabajar como albañil en la construcción de su palacete. Habría muerto al caer de un andamio cuando tenía cerca de treinta años.
El aristócrata tuvo entonces la idea de disecar el cuerpo del trabajador para colocarlo junto a otras especies animales a las que sometió a la misma suerte, con el fin de exponerlas en su sala de curiosidades en el interior de su casa.
Al menos otros dos cuerpos de seres humanos han salido del anonimato en los últimos años: el negro de Banyoles, devuelto por España a Botswana, y la Venus Hotentote, que debe ser entregada por Francia a Sudáfrica.