La viuda de John Lennon, Yoko Ono, dijo que todavía se siente incomprendida por los admiradores de los Beatles, los que la culpan por el rompimiento del cuarteto y por el aislamiento de su esposo en sus últimos años de vida.
También se sintió herida e ignorada después de que no fue invitada a un servicio fúnebre para la esposa de Paul McCartney, Linda, hace siete meses, según dijo en una entrevista con el diario Express de Gran Bretaña.
"Me sentí herida, claro, pero lo entiendo", indicó el martes pasado, fecha en que se cumplieron 18 años del asesinato de Lennon en Nueva York a manos del admirador Mark Chapman.
Linda McCartney, fotógrafa, activista por los derechos de los animales y empresaria de alimentos vegetarianos, murió en abril en los brazos de su esposo, base de los Beatles con Lennon, tras una batalla de tres años contra el cáncer.
Ono, de 65 años, quien fue acusada ampliamente de causar la desaparición de los Beatles en 1970, dijo que la decisión de Paul de no invitarla no la sorprendió. "Yo sigo aquí todavía, pero Linda y John no", expresó. "Eso debe ser muy doloroso."
"No tuve mucha actividad social después de la muerte de John. Soy la primera en saber lo doloroso que es perder a alguien y lo doloroso que puede ser ver a alguien que también fue cercana a ellos."
La pintora japonesa agregó que un racista mundo occidental la consideró durante años como "la dragona", acusándola de separar a Lennon de su primera esposa, Cynthia, dividir a los Beatles y hasta, indirectamente, de la muerte del astro.
"Si yo fuera rubia, con ojos azules, una bella mujer alta y delgada, estoy segura de que no habría ningún problema. Pero para la gente ver a su héroe occidental que se junta con una mujer oriental..., bueno, eso es demasiado", declaró.