Las Palmas de Gran Canaria (España), 29 nov (EFE).- La tormenta tropical "Delta", que ha causado graves daños a su paso por las proximidades del archipiélago español de las Canarias, ha acabado también con uno de sus enclaves naturales más emblemáticos y turísticos, el conocido como "Dedo de Dios".
Este monumento natural es una roca basáltica de 30 metros que emergía del mar en la localidad de Agaete, al norte de la isla atlántica de Gran Canaria, y que ayer los fuertes vientos hicieron que se quebrara y cayera al mar.
Desde sus 30 metros de altura, seis de ellos pertenecientes al "Dedo", esta extraña formación geológica, desprendida hace miles de años de un acantilado, llevaba todo ese tiempo vigilando la historia de Canarias, a pesar de sufrir los efectos de la erosión.
En 1925, maravillado por su silueta, el escritor Domingo Doreste, conocido como "Fraylesco", bautizó la roca como el "Dedo de Dios", aunque en la zona se le llama por su nombre original: Roque Partido.
Esta formación geológica inspiró a artistas plásticos y literatos y, además, los lugareños sentían una gran cercanía afectiva hacia esa roca, hasta el punto de que el Día de los Santos Inocentes muchas bromas giraban en torno a ella.
Una de las burlas más usuales era asegurar que el "Dedo" ya no estaba, que se lo habían llevado o que le había salido un uñero.
Pero el "Dedo de Dios" no fue el único blanco de la tormenta "Delta" en Canarias y, así, paradójicamente el fuerte aire también derribó, en Tahíche (isla de Lanzarote), la escultura que dedicó al viento el artista español César Manrique.
Formaciones geológicas como el "Dedo de Dios" de Gran Canaria también existen, incluso con el mismo nombre, en otros países, como ocurre en Brasil.
En este país sudamericano, el "Dedo de Dios" es una formación rocosa que se asemeja a una mano cerrada, con el índice apuntando al cielo.
Es la principal atracción del parque nacional Serra dos Orgaos, que ocupa 11.000 hectáreas en el interior del estado de Río de Janeiro, cerca de la ciudad de Teresópolis.
Con 1.692 metros de altura, la formación granítica del "Dedo de Dios" es visible desde varios puntos del estado de Río de Janeiro.
Hasta 1912 su cima no fue coronada por montañeros, ayudados de equipos rudimentarios, y hoy sigue siendo un reto para escaladores tentados por sus pareces verticales y cilíndricas, que emergen desde el denso "bosque atlántico" de la zona.
Entre otros ejemplos y bajo otro nombre, también una formación geológica similar ha sido contemplada por millones y millones de personas en todo el mundo gracias al cine, la conocida como "Isla de James Bond", en Krabi (Tailandia).
El nombre no es casual, pues fue allí donde Roger Moore, como agente 007, rodó parte de "El hombre de la pistola de oro", en 1974. EFE
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