Archivo

Víctimas de sus excesos

Las dependencias excesivas son una enfermedad de cuidado. Por suerte, para todas ellas existe ayuda

EscucharEscuchar

Para don Hugo, cada pago de quincena significaba una fiesta, un desahogo, el motivo por el cual trabajar y hasta vivir. Con el salario en mano, después de muchos días de abstinencia forzada -debido a la falta de dinero- ya podía dar rienda suelta a su pasión: el juego.








En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.