Al margen de las típicas actividades de la época (alguna que otra meditación trascendental -que siempre viene bien- y alguna que otra película de romanos -más como ejercicio ascético que estético), la Semana Mayor de 1998 ha sido para mí un verdadero vía crucis , en el sentido figurado que señala el DRAE: "Trabajo, aflicción continuada que sufre una persona." Pues sí, mientras gentes piadosas meditaban, afligidos, los pasos de Cristo camino del Gólgota, yo, miserable e ignaro pecador, me debatía en medio de elucubraciones lingüísticas sobre el término vía crucis (tal como se registra oficialmente).
¿Por qué, según el DRAE, vía crucis (expresión latina, literalmente camino de la cruz) se escribe -ya incorporado al idioma castellano- en dos palabras, contraviniendo la praxis léxica de tantas otras locuciones latinas transformadas en vocablos unitarios: etcétera (latín et cetera), verbigracia (latín verbi gratia), exabrupto (latín ex abrupto), postdata (latín post data), prorrata (latín pro rata), viceversa (latín vice versa), tedéum (latín te Deum), paternóster (latín Pater noster), avemaría (latín ave Maria)...?
¿Por qué a vía crucis se le asigna el género masculino ( el vía crucis ) si tanto el vocablo castellano vía como su homónimo y ancestro latino via son femeninos, y como tales se usan en las locuciones vía sacra (sinónimo de vía crucis ), Vía Láctea (nuestra común patria galáctica), vía férrea, cuaderna vía (estrofa medieval), vía contenciosa ...?
¿Cuál sería el plural de vía crucis ? ¿ Vías crucis : "Se celebraron tres vías crucis"? ¿No suena un poco rarillo? ¿Viae crucis (si utilizamos el plural latino): "Se celebraron tres viae crucis "? ¿No suena todavía más raro?
En esta Semana Santa de 1998, tiempo de reflexión, de examen de conciencia, de contrición y arrepentimiento, de propósitos de enmienda, exhortamos a la Real Academia Española -responsable de limpiar, fijar y dar esplendor a nuestro baqueteado idioma- a que reconsidere un viacrucis univerbal, con plural invariable (un viacrucis, varios viacrucis), aunque se mantenga ese ilógico género masculino (irreversiblemente arraigado en el hablante). Amén (que quiere decir así sea).