Caracas . En el tercer día del año, Venezuela amanece con la convocatoria de una marcha en Caracas y protestas en seis regiones contra el presidente Hugo Chávez, quien tras un mes de paro general afronta la peor crisis de la historia democrática del país.
Los opositores anunciaron que marcharán hacia el Fuerte Tiuna, principal base militar de Caracas y sede de la Comandancia General del Ejército, para evidenciar, una vez más, su repudio al Gobierno, al que piden elecciones adelantadas o la renuncia de Chávez.
La marcha partirá a las 14.00 GMT desde tres puntos distintos de la ciudad hasta el Fuerte Tiuna, al mismo tiempo que están previstas diferentes protestas en seis estados de los 23 que integran el país, según informó el líder opositor y presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega.
La liga opositora Coordinadora Democrática, que lidera esta huelga general desde el pasado 2 de diciembre y a la cual dos días después se sumó la industria petrolera, subrayó que la toma de las calles por la ciudadanía no cesa y que la protesta se radicaliza.
Explicaron que la huelga se intensifica con la "desobediencia tributaria", que consiste en la retención intencionada del Impuesto Sobre la Renta y el Impuesto al Valor Agregado, actualmente de 16,5 por ciento.
Ortega detalló que los ciudadanos no pagarán impuestos hasta tanto el Gobierno diga en "dónde están" y en qué se invierten "los reales" que pagan los venezolanos, pues asegura que los tributos se usan "para fines contrarios al bienestar" del pueblo.
Los opositores no detallaron cómo se cumplirá la "desobediencia tributaria", pero señalaron que los mecanismos para cumplir con la protesta serán anunciados en los próximos días.
Explicaron que esta retención de impuestos en el contexto de la actual crisis, se inscribe dentro del artículo 350 de la Constitución, que trata sobre la "desobediencia civil".
El texto plantea que los venezolanos "desconocerán cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos".
En la escalada del conflicto político, los opositores también apuntan al referéndum consultivo del próximo 2 de febrero, donde se consultará a los venezolanos sobre si Chávez debe renunciar o permanecer en la presidencia hasta el año 2006, cuando oficialmente culmina su mandato.
Mientras la huelga sigue y los trabajadores de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) aseguran que no cesan en el paro, que comenzó el pasado 4 de diciembre, el Gobierno resiste la presión opositora y asegura que tiene "bajo control" la vital industria, que aporta el 80 por ciento de las divisas.
El ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, dijo el pasado día 30 a los corresponsales extranjeros que "la batalla" por PDVSA "está ganada", pero admitió que la recuperación de la industria y la normalización de sus actividades tomará aún más tiempo.
Según Ramírez, en las dos últimas semanas PDVSA colocó 7 millones de barriles destinados en su totalidad a la exportación a Estados Unidos", apenas entre 5 y 7 por ciento de los niveles habituales.
Añadió que la producción de crudo diaria está entre 600.000 y 700.000 barriles (cada uno de 159 litros) y que en la próxima semana "se incrementará hasta 1,2 millones de barriles", muy por debajo de los 3 millones producidos en condiciones normales.
Sin embargo, los trabajadores petroleros desmintieron en la víspera que PDVSA esté bajo el control del Gobierno y aseguraron que los actuales niveles de producción no superan los 172.000 barriles diarios.
Señalaron que las refinerías no están produciendo gasolina ni gas, por lo que alertaron sobre el incremento de la escasez de combustible, que desde hace una semana comenzó a golpear fuertemente a los venezolanos.
Edición periodística: Gerardo González y Juan Fernando Lara . Fuente: agencias.