
MONTEVIDEO (AFP) - Medio millar de uruguayos expulsó este lunes a empujones de una plaza céntrica de Montevideo a nueve ambientalistas argentinos que llegaron para repartir volantes en contra de la instalación de una planta de celulosa sobre la margen oriental de un río limítrofe.
El ambiente se fue caldeando en la Plaza Independencia desde antes del mediodía, cuando lentamente comenzaron a concentrarse ciudadanos a favor y en contra de la instalación de la fábrica de la finladesa Botnia, en Fray Bentos, 300 km al noroeste de Montevideo sobre la orilla del Río Uruguay, y frente a las costas de la ciudad argentina de Gualeguaychú.
Todos aguardaban, bajo un calor inclemente, la llegada de los ambientalistas argentinos, que desde el 20 de noviembre mantienen bloqueado el puente General San Martín, que une a Gualeguaychú con Fray Bentos, en tanto realizan cortes intermitentes en los otros pasos sobre el Río Uruguay, entre las ciudades argentinas de Colón y Concordia y las uruguayas de Paysandú y Salto, respectivamente.
Mientras se demoraba la llegada de los "piqueteros" argentinos, los ánimos comenzaban a caldearse en la plaza, con un debate generalizado al que se iban sumando transeúntes curiosos.
La presencia policial no era ostensible, pero había efectivos vestidos de civil y agentes en calles aledañas, constató una periodista de la AFP.
Al pie de la estatua del prócer uruguayo General José Artigas, se habían colocado un par de decenas de manifestantes con carteles que rezaban: "Piqueteros: no nos van a mandar ni decidir. Somos soberanos", "Visite Gualeguaychú y vea ratas cocinándose en la ruta", o "Piqueteros cerdos fuera de Uruguay. Tenemos garra Charrúa".
Muy demorados, sobre las 13H45 (15H45 GMT), llegaron los nueve ambientalistas argentinos, siete de ellos de distintas asambleas barriales de Buenos Aires, y dos de la Asamblea de Gualeguaychú.
De inmediato fueron rodeados por prensa y manifestantes que les propinaban toda clase de insultos: "hijos de puta", "porteños de mierda", "limpien el Riachuelo", "mugrientos", entre otros epítetos.
"Me llama la atención, lamentablemente una situación así de esta naturaleza", dijo a la AFP Jorge Omar García, de la Asamblea de La Boca, en medio de los gritos, y mientras intentaba mantener el equilibrio.
"Nosotros vinimos con la idea de abrir un diálogo, de pueblo a pueblo. La división entre argentinos y uruguayos pasa por Finlandia y por las papeleras", agregó García, quien dijo que en el puerto de Montevideo, adonde llegaron en ferry desde la capital argentina, la Aduanda uruguaya les confiscó 1.500 panfletos y 500 afiches de la Asamblea de Gualeguaychú.
Volaron algunos huevos, en tanto los argentinos eran literalmente empujados fuera de la plaza, rumbo al puerto. A su paso, la gente salía a los balcones, lanzando más insultos, arrojando baldes de agua y escupitajos.
La policía debió formar un cordón de protección en torno a los ambientalistas argentinos, para salvarlos del posible linchamiento de una multitud que los empujaba calle abajo mientras coreaba "la puta que los parió, porteños hijos de puta", "mandarina, mandarina, si tienen tanto huevo (valor), recuperen las Malvinas".
Así transitaron unas tres cuadras, hasta que la policía logró subir a los argentinos a un vehículo, y llevarlos al puerto, donde aguardaban la salida del próximo ferry.
© 2007 AFP