La niña de diez años lleva una aplicación pegada a su abrigo, en la que se ve la figura de un personaje de raza negra haciendo ciertas contorsiones. Imprevistamente, dos adustas tutoras escolares la increpan. Tomándola violentamente del abrigo, la interrogan:
–¿Que llevas ahí puesto? ¿No es acaso la imagen de Michael Jackson? ¡Un símbolo de la decadencia!
–Es Malcolm X, el líder musulmán en América –responde la pequeña.
–¿Quieres burlarte de mí? ¡Ese es el tal Michael Jackson!
Seguidamente, la chica es amonestada severamente por las dos recias tutoras.
La escena forma parte de Persépolis , obra en cuatro volúmenes que desde hace 11 años causa furor en el mundo de la novela gráfica. Como resultado de su éxito, Persépolis se llevó al cine en dibujos animados en el año 2007.
En esa saga autobiográfica, su autora, Marjane Satrapi –joven iraní radicada en Francia–, nos narra una historia de la vida real que ha llegado a marcar todo un hito en el arte de la narrativa de la imagen, hasta el punto de que se la ha galardonado con importantes reconocimientos, como el Premio al Autor Revelación (Coup de Coeur) del Salón del Comic de Angouleme (Francia, 2001); los Premios Eisner (Estados Unidos, 2004) en las categorías de Mejor Novela Gráfica y Mejor Obra Extranjera, y el Premio a la Mejor Obra Extranjera en el Salón del Comic de Barcelona del 2002.
La historia. Persépolis [ciudad de los persas] se ubica en el Irán de 1979, cuando los rebeldes comandados por el ayatolá Jomeini tomaron el poder. Terminaron así 50 años de dictadura del sha, quien huyó despavorido rumbo al Occidente.
Millones de iraníes celebraron el triunfo porque vieron llegar el fin de años de despotismo y, con ello, el vislumbre de una nueva era de libertades y progreso para su país. Entre esos alegres entusiastas por el triunfo de la “revolución islámica” se encontraba una acomodada familia de Teherán emparentada con la dinastía Kayar, que había reinado en Persia de 1781 a 1925. El último de los Kayar había sido depuesto por el padre del sha.
Enemigos declarados del sha y con una ideología, según algunos, rayana en el “comunismo”, esa pudiente familia esperaba el advenimiento de una sociedad que volviera de forma moderada a las raíces islámicas sin desechar del todo el modo de vida occidental con el que ella se identificaba.
Pronto, la decepción hizo presas de ellos al entrar en acción los fundamentalistas islámicos, quienes comenzaron a imponer a la población modos de vida extremos, muy conservadores con respecto a las costumbres occidentales. Los fundamentalistas obligaron a usar el velo a las mujeres de todas las edades, lo que causó malestar entre grandes sectores de la población femenina.
La niña de diez años de este relato, hija única de la citada familia, fue una de las primeras en rebelarse contra tales imposiciones. De aguda inteligencia y carácter muy firme, la chica (Marjane Satrapi) se identificaba con la música de Michael Jackson e Iron Mainden.
Tal rebeldía le comenzó a generar graves problemas con sus profesoras y las autoridades escolares. Por tal motivo, al cumplir 14 años, sus padres la enviaron a estudiar a Viena (Austria).
La revelación. Al acabar el bachillerato en Austria, la vocación inicial de Marjane fue especializarse en artes plásticas, y con ese propósito regresó a su país. Luego de recibirse en esa carrera, la joven se radicó en París, siempre huyendo del fundamentalismo islámico.
Allí, en el paraíso de la bande desinée , Marjane se encontró de forma inesperada con el dibujante David B., quien la instó a narrar sus vivencias de infancia en su país na-tal, en forma de historietas, un arte nuevo para ella.
La editorial L’Association publicó el primer volumen, de 76 páginas, en noviembre del 2000. El público y la crítica acogieron la obra con gran entusiasmo y obligaron a la autora a extender la historia a tres volúmenes más.
Llevar Persépolis al cine fue solo un paso: en junio del 2007 se estrenó en Francia la película en dibujos animados y totalmente en blanco y negro, codirigida y coescrita por Satrapi y Vincent Paronnaud.
La versión animada repitió el mismo éxito de los álbumes impresos pues ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes del 2007, y los Premios Cesar (Francia) del 2008 al Mejor Primer Filme y a la Mejor Adaptación. En los Estados Unidos fue candidata al Oscar de 2008 a la Mejor Película de Animación.
Arte en continuo ascenso. En las últimas décadas, el tradicional arte del “comic” o tebeo ha derivado en una forma superior, mucho más depurada, de expresión artística y de especial contenido literario en el arte de la narrativa visual: la novela gráfica.
Ese tipo de novela ha puesto al cine en función de ella. Así ocurrió hace algunos años con la obra 300 , del dibujante norteamericano Frank Miller. Al llevarla al cine, sus productores se esmeraron en recrear, con fotografía y actores, muchas de las viñetas de la obra original dibujada.
Significativos también son los casos de El Pájaro de Fuego , del japonés Osamu Tezuka, y de Watchmen , de Alan More y Dave Gibbons, libro que humaniza el mito del superhéroe.
Con Persépolis , el arte de la novela gráfica alcanza uno de sus puntos más elevados.
La Embajada de Francia y la Alianza Francesa presentarán Persépolis en el ciclo de cine integrado a la XII Feria Internacional del Libro. Émile Georget, encargada de Cooperación de la Embajada de Francia en San José, nos explica el motivo por el cual esta sede diplomática decidió ofrecer la película:
“La cinta es bastante fiel a la novela gráfica original: por esto quisimos presentarla en el marco de la XII Feria Internacional del Libro. El público costarricense conocerá así una obra cinematográfica de gran calidad artística. En ella, la autora nos ofrece una mirada, ácida y afectuosa a la vez, sobre la sociedad iraní en el tiempo de la revolución de 1979”.
Persépolis se exhibirá el sábado 19 de noviembre a las 2 p. m. en la Casa del Cuño (contigua a la Antigua Aduana, San José).
El autor es director de los movimientos artísticos La Pluma Sonriente y La Pluma Comic.